
Desde tiempos remotos, la actividad agrícola ha jugado un papel muy importante para la historia y desarrollo de la economía y sociedad canaria. Durante los siglos posteriores a la conquista a principios del siglo XV hasta los años 60 del siglo XX, la agricultura tradicional insular ha experimentado ciertas transformaciones en cuanto a sus técnicas y sistemas de explotación y producción, herramientas, tipos y distribución de los cultivos… hasta acabar entrando su valor económico, cultural y social en declive a causa de su abandono y sustitución por parte de la actividad turística y el sector servicios.
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Finales s. XIX – Primera mitad s. XX
Durante finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, la sociedad canaria era fundamentalmente campesina y agraria. La agricultura que se practicaba era principalmente destinada a la exportación de productos alimenticios como el monocultivo de vino o aguardiente y el azúcar y de aplicación industrial como la barrilla y la cochinilla. Esta estaba beneficiada por el establecimiento del régimen de Puertos Francos a mediados del siglo XIX, que permitió el desarrollo capitalista y el crecimiento agro-mercantil y librecambista de su economía. Por ende, su producción y venta se veía impulsada por la demanda norteamericana y británica. No obstante, la agricultura y la economía periférica canaria se caracterizaba por su fuerte dependencia con respecto a las coyunturas económicas foráneas, conflictos bélicos… Durante el siglo XIX, el sector primario y agrícola representaba el 70% de la renta total, mientras que la industria un 18% y el sector servicios sólo un 12%.
Con el declive de la demanda de la cochinilla, en el siglo XX la agricultura tradicional conoció una evolución y sustitución en las relaciones de producción. A partir de este momento, empezaron a concentrarse nuevos terrenos de cultivos explotados con mano de obra asalariada a diferencia del siglo XIX, en donde se empleaba la aparcería o medianería en los minifundios o tierras dispersas por parte de los mayores pero minoritarios terratenientes, donde estaba presente la sobreexplotación y el malestar del campesinado. Además, se dio una diversificación en los productos alimenticios que exportaba Canarias, implantando nuevos cultivos alternativos como el plátano, el tomate, la papa, la almendra, el tabaco…, que eran anteriormente destinados al autoabastecimiento, al mercado interior y al mantenimiento de la seguridad alimentaria de la población insular gracias a las favorables condiciones agroclimáticas que beneficiaban su obtención. Durante la década de los años 20, el sector agrario y sus estructuras productivas se modernizaron, al comenzar una limitada industrialización de la agricultura, con la transformación, empaquetado y transporte de los productos de exportación.
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Años 60 – Actualidad
A partir de la década de los 60, en pleno régimen dictatorial, la actividad agrícola comienza a perder valor económico al ser reemplazada por la llegada del turismo en masa de sol y playa al archipiélago. Aquellos espacios de ocupación agropecuaria tradicional comienzan a sufrir una acelerada transformación y la urbanización de su entorno y la edificación en donde predominarán a partir de entonces las actividades económicas relacionadas al sector servicio, la hostelería, restauración y demás actividades que satisfacen las necesidades de los turistas. De manera gradual hasta llegar a día de hoy, el valor y riqueza que aporta el sector primario al PIB y a nivel insular y provincial ha ido disminuyendo constantemente hasta alcanzar el nivel más bajo a día de hoy.
Sector Primario
1960: Población activa 54%, PIB del 32 '2%.
2008: Población activa 2'7 %, PIB del 1'1 %.
Sector Servicios
1960: Población activa 27'1%, PIB del 43'35%.
2008: Población activa 79'6%, PIB del 73'9%.
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¿En qué consiste la agricultura tradicional en Canarias?
El sistema de producción agrícola en Canarias se ha practicado a lo largo de la historia a través de prácticas y técnicas tradicionales transmitidas durante generaciones y donde los cultivos deben estar adaptados a las condiciones agroclimáticas, así como a la geografía y el suelo fértil de las islas.
La agricultura tradicional ha sido y es, fundamentalmente, destinada al abastecimiento de la población, del mercado interior y la exportación. La geografía y el clima de las islas ha ocasionado un fuerte contraste en cuanto al tipo de cultivo, sistema de explotación, producción y de riego entre las zonas costeras y medianías y cumbres.
Por un lado, la orografía tan montañosa, accidentada, abrupta y compleja de las medianías de las islas ha forzado a los agricultores a adaptar sus parcelas al territorio aprovechando y creando nuevas superficies de cultivo, como es el caso de las huertas y vegas en zonas fértiles de interior y las terrazas o bancales, construidos en laderas de montañas y barrancos de las islas más húmedas como La Gomera, La Palma, Gran Canaria… En los bancales se cultivan principalmente papas, cebollas, zanahorias y frutas tropicales como plátanos, mangos, nísperos y hortalizas de hojas verdes. También se practica la agricultura de secano en las zonas costeras, donde se cultivan en mayores explotaciones y destinada a la exportación de tomates, cítricos, plátanos, aguacates… que dependen exclusivamente de las escasas e irregulares precipitaciones sin emplear sistemas de riego artificiales, temperaturas suaves y altas durante todo el año (25ºC de media) y gran cantidad de horas de sol. En aquellas islas más áridas y cálidas como Lanzarote y Fuerteventura, se dan los sistemas agrícolas de las gavias, los arenados y la geria.
Dichos sistemas de agricultura tradicional se preparan y explotan a través de ciertos aperos de labranza como el arado, la azada o sacho, el rastrillo… El sistema de arado se practica tanto con fuerza humana como animal con caballos, mulas, vacas, bueyes y toros con el fin de realizar surcos en la tierra y prepararla para su posterior siembra. Mientras que las otras herramientas nombradas, como el sacho y la fucha se emplean para la recolección de cultivos como la papa.
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Principales cultivos
En cuanto al monocultivo de exportación, el plátano es producido principalmente en Tenerife, La Palma y Gran Canaria al ofrecer un clima cálido para su desarrollo, siendo además el producto más exportado de Canarias. Su producción ha incrementado gracias a la implantación actual de modernos sistemas de regadío, sin embargo, este supone costes elevados, una alta exigencia de preparación de los campos, de abono y gasto de agua abundante siendo regado a través del sistema de riego por goteo o en manto.
Por otro lado, el tomate se da en Canarias gracias a su clima agradable y a sus tierras costeras volcánicas ricas en nutrientes. A lo largo de la historia, el cultivo y exportación del tomate en Gran Canaria supuso numerosos puestos de trabajo a través de la aparcería (un método de explotación agraria también reconocido como un sistema semiesclavista en donde el dueño entregaba el uso y aprovechamiento de sus tierras a una o varias personas con la principal finalidad de repartir las cosechas de manera equitativa entre el propietario y el colono), su infraestructura con un gran impacto en el paisaje y una gran importancia para la economía de la isla.
En cuanto a los principales productos que se dan en zonas medias y altas destaca la vid, cultivada principalmente en Lanzarote y La Palma, en pequeñas y discontinuas parcelas y terrazas volcánicas beneficiada por la influencia del mar y los vientos alisios. Por otro lado, cabe nombrar el cultivo de papas, siendo un ingrediente básico en la gastronomía canaria, cereales, cebollas, zanahorias…
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Desafíos, adaptaciones e impactos
En la actualidad, la agricultura en Canarias es la actividad económica en declive y en abandono que más sufre las consecuencias de la urbanización del archipiélago y la transformación del modelo económico insular involucrado en el sector servicios.
Por un lado, la urbanización y modernización del territorio insular canario y de su población lleva consigo un importante retroceso de la población rural y un abandono de los campos agrícolas afectados por el crecimiento de las ciudades hacia la periferia (desagrarización). Esto se debe a que muchas áreas de cultivos y las prácticas tradicionales asociadas han sido abandonadas por la juventud, que emigran hacia las ciudades y zonas turísticas en busca de mejores condiciones de vida, de educación y de trabajo.
Este movimiento migratorio denominado “éxodo rural” supone una amenaza para la producción agrícola por la despoblación y la ausencia de relevo generacional de los agricultores, un acentuado envejecimiento de las comarcas afectadas y una transformación en los suelos agrícolas debido a la construcción de nuevas infraestructuras ya que muchos agricultores deciden poner en venta sus tierras de cultivos de secano para su construcción. Esto se encuentra ligado a la sobreexplotación de los recursos naturales fomentando el deterioro y sustitución del tradicional paisaje agrario canario por otro de marcada influencia urbana como por ejemplo muchas laderas abancaladas y terrenos de cultivos de plátano y tomate abandonados, ocasionando un grave impacto visual en el paisaje.
El retroceso y abandono de las tierras agrícolas canarias también ha sido consecuencia de la ausencia de concentración parcelaria, la falta de una reforma agraria integral y la descapitalización del campo insular, sobre todo en las zonas medias y altas en las islas. Las nuevas demandas foráneas son infraestructuras y servicios destinados a satisfacer las necesidades del turismo (nuevos puestos de trabajo, construcción, hostelería, comercio, limpieza, transporte) con el aumento de las relaciones comerciales y el crecimiento del país con la modernización de las comunicaciones. La Agricultura Canaria Por otro lado, la orografía tan accidentada de las islas y el cambio climático también conlleva que la práctica de la agricultura tradicional sea cada vez más complicada y costosa. Las condiciones climáticas que influyen en el territorio canario se han acentuado con el calentamiento global, ocasionando una alteración en la duración de las estaciones afectando a las temporadas de siembra, crecimiento y cosecha de los cultivos, así como la carestía de agua presente en el archipiélago.
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Conclusión
En conclusión, la agricultura tradicional no ha sido únicamente el pilar fundamental para la prosperidad económica de Canarias sino también, un sello de identidad que ha sido reemplazado casi por completo por la actividad turística. La falta de cuidado, el despoblamiento y abandono de las áreas rurales son las principales causas de la desaparición de la agricultura tradicional, que sufre al mismo tiempo una fuerte modernización y mecanización en sus técnicas y herramientas, la agricultura intensiva. Esta se practica a través de invernaderos y sistemas de riego mecanizados, donde la producción de cultivos fuera de estación es destinada a la exportación a gran escala altamente tecnificada, sometida a fertilizantes, insecticidas y abonos que permiten obtener una mayor producción en un mismo espacio cultivado.
Para hacer frente al abandono de la actividad agrícola tradicional y de los pueblos rurales y garantizar que estos sigan presentes en un futuro a pesar de la constante amenaza del turismo sobre la economía, los recursos naturales y el territorio, algunas alternativas y soluciones que se plantean por parte de los cabildos y el Gobierno de Canarias son: aumentar el apoyo por parte de las políticas de desarrollo rural de la UE que concedan ayudas para el mantenimiento de la población y la actividad agraria, fomentar el turismo rural dinamizando los pueblos rurales y de alta montaña con nuevas actividades que atraigan población como por ejemplo, con el agroturismo, de salud, tranquilidad y calidad medioambiental, turismo cultural con agromuseos y patrimonio rural, granjas-escuelas… A su vez, impulsar el oficio a tiempo parcial con una agricultura más atractiva o alternativa como la ecológica, a través de técnicas sostenibles, promoviendo el medio ambiente y el consumo de alimentos más saludables, de temporada y frescos sin emplear productos químicos. Finalmente, se puede favorecer la permanencia de la población rural con concesiones de indemnizaciones compensatorias, mejoras en la competitividad de las explotaciones y ayudas para los jóvenes agricultores.
Referencias:
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Canarias, N. (2023, 4 julio). ¿Qué tipo de agricultura hay en Canarias? - NCanarias. https://ncanarias.com/economia/quetipo-de-agricultura-hay encanarias/#:~:text=En%20general%2C%20se%20puede%20decir%20que%20la%20agricultura,productos%20como%20papas%2C%20tomates%2C%20cebollas%2C%20zanahorias%20y%20calabazas.
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Claudia Melián Ventura
Artículo de divulgación. Geografía de Canarias
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