Me arrebujo en mi cálido y viejo sillón,
contemplando el desnudo árbol del jardín,
que, como en los cuentos infantiles,
parece que tiene cara en su tronco:
una cara arrugada y triste de viejo.
No me resisto a hablarle;
total, estoy sola y nadie me va decir
lo de siempre: mamá no chochees...
Parece que él me mira y le digo:
estamos igual, amigo: viejos y arrugados.
¿Pero te acuerdas de tus Primaveras,
cuando, frondoso, acogías mil pajarillos en tus ramas
y tus flores perfumaban las noches?
Hace tiempo yo también tuve Primavera,
albergando el amor en mi pecho como perfumada flor
y las ilusiones fueron como trinos de avecillas
Pero en ti, árbol, renacerá una y otra vez el Milagro
y volverás a adornarte con vistosas flores
y bulliciosos pájaros anidarán en tus ramas,
mientras, yo seguiré viviendo mi Invierno,
haciendo renacer en mi memoria, una y otra vez,
el Milagro de mi única y maravillosa Primavera.
Juana Moreno Molina
Ilustración: Antonio Juan Valencia Morero
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.120