Cuadros. Juan FERRERA GILLos edificios de los alrededores de la catedral han pasado a ser totalmente exclusivos: lo que en una época fue considerado pequeño, ahora, con el paso de los años, resultan, cuando menos, enormes.
Claros y de techos altos; por eso lucen como si ventanas estilizadas y abiertas fueran. Todos ellos se abren a la plaza que eleva la vista; sin embargo, en la parte inferior derecha se encuentra una tienda bajo el epígrafe de Cuadros Mora, un pequeño y estrecho comercio en que la Cultura reina sin dejar de ser un negocio. Allí las láminas, y los cuadros, se convierten en una agradable visión que no solo recrea la mirada, sino que ésta adquiere su verdadera dimensión y que, por momentos, creíamos haberla perdido.
Pero, afortunadamente, no ha sido así.
Juan FERRERA GIL

































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