Esperando La Rama bajo el mar (fotos)

Va para Rafa García Álvarez, por su amor y dedicación a los más pequeños de Agaete.

 

Está la chiquellería de Agaete alborotada en estos días previos a la fiesta. Hay que entretenerlos con las actividades infantiles programadas, y sobre todo, llevándolos a la playa de Las Nieves para que den rienda suelta a su vitalidad.

 

 

Se escucha el chapoteo feliz de los pequeños en la primera, segunda y tercera explanada y en la playa de atrás, y da la sensación de que están esperando La Rama bajo el agua.

Y es que en Agaete antes de empezar a caminar, se aprende a levantar las manos al cielo al compás del lalala que es música celestial.

 

 

Viven los niños y niñas de la villa marinera la tradición festiva, sintiendo como suyo el verde del pinar.

Les puede el nervio, por lo que en estos días no pararán de brincar como entrenamiento al cuatro de agosto, porque ellos también están en esa espera colectiva que es el sentir de un pueblo.

 

 

En ellos está la inocente alegría de la llegada de las fiestas, y algún día, ellos tendrán la responsabilidad de dar a conocer la tradición con la que han crecido.

 

María Josefa Monzón García

 

La Rama de Agaete

ya espera bajo el mar.

Late el Puerto de Las Nieves,

contenido en su fondo donde brilla el ritual.

 

 

La llamada del bucio

despeja la mente,

las harimaguadas y el faycan

aguardan impacientes,

alzar las verdes hojas enramadas

traídas de nuestro pinar.

 

 

El momento ha llegado,

de invocar a la lluvia acompasados

la espiral de emociones, ritmos,

sales y sones,

todo preparado.

 

 

Danza tradicional

sentimiento que hace brincar

con las manos en alto

hasta llegar a la Ermita

 

 

Y proclama la fiesta de un modo

especial,

es de todos un bien de interés cultural

sin otro particular,

que la alegría de los pueblos conquistar

con el encanto natural de esta gran cita ancestral.

 

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