Marta Tapia Quesada, componente de la Asociación Amigos de las Pardelas, comparte los efectos de la contaminación lumínica y su incidencia sobre los seres que habitamos el planeta Tierra, la influencia en todos los seres vivos y su reloj biológico que regula el ciclo diario; sostiene que la oscuridad nocturna es una condición necesaria para la vida.

Demuestra que existen diferentes maneras de iluminar para evitar la interferencia en el ciclo natural. Expone las distintas tonalidades y cómo se mide en grados kelvin.

Ejemplifica la repercusión sobre los insectos, los animales (murciélagos, tortugas, lechuzas, pardelas, aves migratorias...).

Profundiza en la directa influencia sobre las pardelas que, al abandonar su hura en dirección al mar, padecen la desorientación por los efectos de las luces.

Concluye, Marta Tapia, llamando la atención sobre los efectos que sobre nosotros tiene la no segregación de melatonina.

Las bondades de poder contemplar un cielo estrellado, nos conduce a realizarnos cuatro preguntas antes de iluminar: qué, cuándo, cómo, y cuánto.

Ejemplifica las distintas formas de gestionar la iluminación, tanto pública como privada. Se centra en determinados puntos de mejora en el uso público de la iluminación y concluye con: "APAGA LA LUZ Y ENCIENDE LA VIDA".

Agaetespacioweb.com y Agaete Televisión.com, agradecen a Marta Tapia Quesada las facilidades dadas para la grabación y difusión de este evento, así como a la Asociación Amigos de Las Pardelas y a la Asociación Cultural Semilla TEA. Gratitud hacia Pascual Calabuig por permitir la utilización de algunas imágenes para la edición. Filmación y Edición: Javier Tadeo Alemán.