A veces hasta sobran las palabras

"A veces hasta sobran las palabras", que decía una una canción de un famoso cantante guiense, aunque no sé si en esta ocasión se trata de amor o de jugosos negocios inmobiliarios.

 

Llama la atención de que casi al mismo tiempo que se producía este caluroso abrazo en las fiestas de Santiago, llegaba a todos los domicilios el programa de las fiestas de La Virgen de Guía, en el que curiosamente se incluye una especie de homenaje a Doña Eusebia de Armas, con el edificio de Los Salesianos como telón de fondo, un pequeño resumen sobre su construcción y las vicisitudes que obligó a la Congregación Religiosa que lo gestionó, durante 16 años, a tirar la toalla ante el abandono económico de quien heredó toda la fortuna de Doña Eusebia (El Obispado). Curiosamente el mayor beneficiado, ahora también, de la reconstrucción con dinero público del edificio de su propiedad para entregarlo luego a la gestión privada para una proyectada residencia privada, y que actúa a su vez como promotor inmobiliario una nueva urbanización de 577 viviendas y un gran centro comercial en terreno agrícola.

 

A veces hasta sobran las palabras...