Ventana folclórica, hoy con Nicomedes Carballo (vídeo)

El pasado 6 de julio de 2024, falleció a los 88 años de edad, Nicomedes Carballo, hijo del último cabrero de Izaña y premio Tenerife Rural en 2015.

Moisés Rodríguez Gutiérrez Martes, 09 de Julio de 2024 Tiempo de lectura:
Nicomedes CarballoNicomedes Carballo

Nicomedes Carballo nació hace 88 años en La Orotava, y tras ayudar a su extensa familia en Izaña, se trasladó a temprana edad a los altos del otro valle, el de Güímar, en donde sigue cuidando su rebaño junto a su perro Moreno, un pastor garafiano “que vale más que todas las cabras”, remarca orgulloso de su mejor amigo y empleado.

 

Nicomedes es hijo de Juan de Izaña, uno de los últimos pastores de Las Cañadas del Teide, de donde han desaparecido el pastoreo y con él buena parte de las siete cañadas o senderos que recorrían pastores de todo Tenerife con sus cabras. “Hoy esos caminos apenas son transitados, y se encuentran en muy mal estado”, recordaba nuestro protagonista, a quien vivió en su granja de Chivisaya, justo en el kilómetro 10 de la carretera que va de Arafo hasta el El Portillo, aunque tenía casa en Arafo, toda su vida la hizo allí.

 

Gran parte de su vida, con 80 años no recordaba haber tenido una enfermedad, apenas haba ido al médico y agradece “a la marquesa, como llamaba a su mujer que le dejase beber unos cuantos de vasos de vino al día, porque según relató se bebió un río, afirmaba con su media sonrisa socarrona.
 

Su oficio fue principalmente el de cabrero, como lo fue el de su padre Juan de Izaña y casi todos sus otros nueve hermanos (algunos de ellos nacidos en Izaña), aunque también compartió el pastoreo con el trabajo en galerías de agua. Su dilatada vida estuvo ligada siempre a las alturas, ya sea sacando agua de El Hierro, La Palma o Tenerife o pastoreando por los montes y barrancos de Tenerife, un trabajo que compaginó hasta los 65 años.

 

 

Hasta hace justamente un año, cuando sucedió el gran incendio que comenzó muy cerca de su cobertizo en Chivisaya, a mil metros de altitud, Nicomedes seguía con "su casa", aunque ya siempre con ayudas de amigos o familiares, manteniendo un pequeño rebaño de cabras y un par de machos, lamentando siempre que “a mis nietos no les gusta ni la carne ni la leche de cabra, solo yogures y galletitas; algo que yo no he probado en mi vida”, comenta.

 

Desde la pandemia, Nicomedes ya había decidido abandonar el rebaño -llegó a tener más de un centenar de cabras, gobernadas por su perro Moreno- aunque rápidamente se arrepentía y regresaba a su pasión, ya no tanto pastorear, como la de recibir y compartir el queso con amigos y visitantes.

 

El pasado 6 de julio de 2024, falleció a los 88 años de edad, Nicomedes Carballo, hijo del último cabrero de Izaña y premio Tenerife Rural en 2015. Chivisaya, en los altos de Candelaria y Arafo se queda huérfana.

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