Educación infantil

Soluciones mágicas en la crianza

En lugar de buscar resultados inmediatos, debemos enfocarnos en construir una base sólida de habilidades emocionales, como la empatía, la resiliencia y la autoconciencia.

Haridian Suárez Vega Miércoles, 26 de Junio de 2024 Tiempo de lectura:

En las últimas décadas, hemos avanzado mucho en nuestra comprensión sobre la crianza y la educación infantil.

 

Hemos cambiado la visión sobre cómo queremos educar a nuestros hijos. Sabemos que no queremos basar nuestra dinámica familiar en los gritos, los chantajes, las amenazas y el desgaste emocional que nos supone.

 

Sin embargo, una parte significativa de nuestra herencia cultural y social aún se basa en la visión cortoplacista que hemos heredado.

 

En los estilos de crianza tradicionales de los que venimos, las conductas inapropiadas se redirigían con estrategias como los gritos o las amenazas, que otra cosa no, pero sin duda eran rápidas y eficaces para detener esas conductas.

 

Ahora sabemos que estas tácticas, aunque inmediatas y efectivas, ignoran las necesidades socioemocionales y el desarrollo a largo plazo de los niños.

 

Hoy en día, tenemos un nivel de consciencia más elevado y aspiramos a educar desde el respeto, la empatía y la conciencia.

 

Sin embargo, a menudo seguimos atrapados en la búsqueda de soluciones a corto plazo.

 

Las redes sociales están inundadas de "tips", estrategias y herramientas rápidas que prometen resultados inmediatos (“las 4 claves en la crianza” “consigue en 2 pasos que tus hijos te hagan caso” “estas son las estrategias para mejorar el vínculo con tus hijos” “consigue ya una mejor relación con tus hijos”…). Este enfoque, aunque tentador, es contraproducente para una crianza consciente y respetuosa, y además es mentira.

 

La Ilusión de los consejos rápidos

 

Los consejos en redes sociales, nos hacen creer que la crianza es sencilla y que cualquier desafío puede resolverse con una solución mágica. Pero la realidad es que criar a un hijo es un proceso complejo y multifacético que no se puede simplificar a un puñado de consejos rápidos.

 

Esta mentalidad cortoplacista no solo es irreal, sino que también es perjudicial. Lleva a los padres a frustrarse cuando las soluciones rápidas no funcionan, y a los niños a sentir que sus emociones y necesidades no son comprendidas.

 

Además, la crianza consciente y respetuosa se basa en exactamente lo contrario, en cambiar nuestra visión y adoptar una perspectiva a largo plazo. Esto implica reconocer que nuestras acciones y estrategias hoy están moldeando las competencias emocionales y sociales de nuestros hijos para el futuro.

 

En lugar de buscar resultados inmediatos, debemos enfocarnos en construir una base sólida de habilidades emocionales, como la empatía, la resiliencia y la autoconciencia. Y eso no se consigue con una varita mágica ni con cuatro consejos de instagram.

 

El Poder de la Información y la Evidencia Científica

 

Así que, siento decirte (aunque ya lo sabemos) que no hay varitas mágicas en la crianza, que esos títulos ganchos de las redes sociales solo buscan tu like, y que más que ayudarte, te abruman y te frustran con tanta información desordenada (y lo único que vas a conseguir es sentir que es súper difícil, por no decir imposible, criar desde la consciencia, el respeto y la empatía).

 

Lo que sí existe por suerte, es una abundancia de información y evidencia científica sobre el desarrollo infantil.

 

La información es poder y nos permite comprender las etapas del desarrollo infantil, cómo funciona el cerebro según las etapas, qué necesidades socioemocionales tienen según su edad, etc. Y esto nos permite empatizar mejor con nuestros hijos y adaptar nuestras expectativas y estrategias a sus necesidades reales.

 

La ciencia nos ofrece una guía para fomentar un desarrollo saludable y emocionalmente equilibrado.

 

Cambiando Nuestra Perspectiva

 

Adoptar una perspectiva de crianza a largo plazo requiere paciencia, consistencia y una disposición para aprender y adaptarse.

 

Significa priorizar el vínculo emocional con nuestros hijos y enseñarles habilidades que les servirán toda la vida, en lugar de buscar soluciones rápidas que solo resuelven problemas superficiales.

 

Por eso la crianza consciente y respetuosa nos invita a abandonar la mentalidad de los consejos rápidos y las soluciones mágicas. Nos desafía a cambiar nuestra visión sobre lo que es educar (¿que no tenga comportamientos inadecuados? ¿O darle estrategias para que pueda hacerlo un poquito mejor la próxima vez y acompañarle en su aprendizaje?)

 

Educar no es fácil, pero cambiar nuestra visión cortoplacista por una visión a largo plazo, ayuda mucho; es la base de un estilo de crianza basado en el respeto, la empatía y la evidencia científica para criar hijos emocionalmente saludables y para poner nuestro granito de arena para un futuro más compasivo y consciente.

 

Harídian Suárez Vega

Trabajadora Social y Educadora de Disciplina Positiva

(@criarconemocion)

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