Arucas: recorrido habitual (fotos)

El lunes, 24 de junio, amaneció encapotado: la tradicional presencia de la Panza de Burro contribuyó, un año más, a resaltar la siempre renovada Procesión de San Juan Bautista en Arucas.

Sin embargo, en esta ocasión, el nuevo párroco de la ciudad norteña optó por el viejo recorrido de nuestra infancia. Bueno, casi. Que San Juan Bautista, acompañado por la Virgen del Rosario, haya pisado nuevamente las viejas calles de la ciudad, ahora con casas más vacías y cerradas, es una oportunidad única. Después de la magia que se produce a las puertas del templo parroquial, en espera de su salida, en el que la mirada se renueva a pesar de ser siempre la misma, la Procesión inició su recorrido de costumbre, como se decía en los viejos programas de las fiestas. Que la infancia haya regresado no solo es una mirada al pasado, que también, sino acaso el deseo de poder atrapar el tiempo, por otro lado, algo totalmente imposible.

La Procesión de San Juan cumplió con su acostumbrado rito: no solo se ha producido un recurrente hecho religioso y una nueva oportunidad del encuentro, sino que, además, el saludo, la charla y las felicitaciones regresaron al cálido y entrañable sitio de siempre: las calles de la ciudad han vuelto a vivir y a dejar bien claro que representan mucho más que sus simples denominaciones. Y eso está bien, muy bien.

¡¡Felicidades a todos los Juanes y Juanas!!

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(Juan FERRERA GIL)

Juan FERRERA GIL