Cantonera. Juan FERRERA GIL
La cantonera, que se enciende en apenas un cuadrado de luz del sol, mostrada en la imagen no es una cantonera más.
Bien es verdad que, en ocasiones, está más seca que el palo de un acequero (bueno, ya no hay palo, ni acequero ni acequias que lleven agua: algunas permanecen y de vez en cuando hacen ruido); sin embargo, cuenta con el don de disfrazarse. Entonces no solo reactiva su presencia, sino que se hace notar para contribuir, a su modo y manera, con la Historia de la ciudad norteña en la que se encuentra: Arucas.
Así que el lugar que ocupa, en otra época, un espacio privado, ahora se ha convertido en Parque y a la vista está de todos. Y de todos recibe críticas y parabienes. Es lo que hay.
Juan FERRERA GIL
































Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.3