
A mis compañeros y alumnado del IES La Aldea.
La llamada de la familia, de los baños en la playa de La Aldea y la fiesta del pueblo son una constante en todo aldeano que se aprecie. Los venerables curas no estaban exentos de este rito anual , que unía a todas las familias en el día de San Nicolás de Tolentino; devoción, que según las crónicas, fue introducida por los misioneros mallorquines desde antes de la conquista de Gran Canaria, con una cueva oratorio en la margen izquierda, siempre mirando a la mar, de la Playa de La Aldea.
La devoción de San Nicolás llega a Palma de Mallorca de la mano de los frailes agustinos durante el siglo XV. Resulta ilusionante relacionar esta devoción con la de Nuestra Señora del Socorro, vinculada a los guanches de Güimar y a la presencia de éstos en la cumbre de Gran Canaria, en el pueblo de Tejeda y su iglesia de Nuestra Señora del Socorro, al igual que la ermita de La Candelaria de Acusa (Artenara), tambien relacionada con las familias guanches que huyeron de Tenerife, por la persecución de la oligarquía conquistadora, durante el siglo XVI.
Si nos preguntamos que relación existía entre San Nicolás y La Virgen del Socorro, la respuesta nos la dan los monjes mallorquines devotos del santo y denominado su orden agustina de Nuestra Señora del Socorro. No debemos olvidar que estos religiosos también introdujeron el culto a Santa Catalina, en la ermita del istmo del Refugio, actual playa de Las Canteras en la capital de Gran Canaria.
En el año de 1920, el cura parroco de Moya, el Venerable Don Juan León Llanera, natural de La Aldea, no quería faltar a su encuentro con la Fiesta del Charco, de San Nicolás de Tolentino, que cada 11 de septiembre, después del zumbido del volador, nunca antes, una posible pedrada en el cuerpo retenía a la gente; después de la explosión cruzaban la raya marcada en el charco de la playa y el gentio pescaban con sus manos y cestas todo lo que podían.
Don Juan León Llanera no perdía la compustura en la petición del permiso, pero algunos datos los delataban, iba a estar unos dieciseis días, entre el 28 de agosto al trece de septiembre.
“Excmo e Ilustrisimo Señor Obispo de esta Diocesis de Canarias
El infrascrito Cura propio de la Parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria de Moya, con el debido respeto expone: Que necesita ausentarse de la Parroquia unos diez y seis días para trasladarse a La Aldea con objeto de tomar baños de mar y ver su familia, contándose dicho plazo desde el veintiocho del actual al trece del próximo septiembre y haciéndose cargo de esta Parroquia, durante los los siete primeros días el presbítero Don Juan Santana Moreno, y los días restantes, el reverendo Padre del J.C. De María Darnaso Serna el cual hará alguna plática a estos feligreses.
Suplica a V. E. Y. Se digne conceder su superior autorización a dichos efectos.
Gracia que espera obtener del bondadoso corazón de V.E.Y., cuya vida guarde Dios muchos años.
Moya diez y nueve de Agosto de mil novecientos veinte.”
Felipe Enrique Martín Santiago
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.218