La ermita de San Pedro. Juan FERRERA GIL
La Ermita de San Pedro, dentro del espacio de la Fábrica del Ron Arehucas, proyecta su mirada no solo a la ciudad donde siempre ha vivido, sino que su figura intenta acercarse a la Montaña, que tiempo atrás fuera tan visitada y fotografiada.
Es la Ermita de San Pedro el terreno preferido donde la Tertulia “Pedro Marcelino Quintana”, por ejemplo, presenta sus actos culturales y los nuevos libros: se ha convertido en un territorio eminentemente literario que debería, modestamente consideramos, alcanzar una dimensión mayor. Ocupa un emplazamiento tan céntrico que, por esa misma razón, debería convertirse en un rincón casi de peregrinación literaria o artística, sin más pretensiones: una manera de manifestar algo así como “esto es lo que hay y aquí estamos”.
En fin: la vieja Ermita trasciende mucho más de lo que pensamos.
Juan FERRERA GIL

































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