La santa misión de la Virgen del Pino en Las Palmas de Gran Canaria hace setenta años

Tradición, fervor, cultura y fiesta se juntaron con la emoción de “hacer la bajada”

José Luis Yánez Rodríguez Jueves, 28 de Marzo de 2024 Tiempo de lectura:
MOMENTO DE LA BAJADAMOMENTO DE LA BAJADA

(I)

A inicios de 1954, el obispo Pildain y Zapiain hacía público a toda la Diócesis, la siguiente Carta:

 

Amadísimos Hijos míos: La Gracia y la Paz de Nuestro Señor Jesucristo sean con todos y cada uno de vosotros.

 

Os escribimos estás líneas para daros una noticia que ha de seros extraordinariamente grata.

 

El día 28 del próximo mes de marzo, Dios mediante, bajará desde su Santuario de Teror a esta ciudad de Las Palmas, nuestra celestial Madre, Señora y Patrona, la Santísima Virgen del Pino.

 

Viene a presidir la numerosa pléyade de Padres Misioneros, que, llamados por vuestro obispo, llegarán con el favor divino a renovar aquella grandiosa y Santa Misión de hace diez años.

 

Aquella Misión maravillosa en la que ofrecisteis a la Diócesis y a España entera aquellos espectáculos tan altamente edificantes y que con tanto elogio fueron comentados aquí y fuera de aquí.

 

[Img #16392]Tenemos plena confianza en Dios Nuestro Señor de que este año vais a darle a Él y a su bendita Madre y Madre nuestra, la Santísima Virgen del Pino, el consuelo de. la renovación de aquellos mismos asombrosos espectáculos; agrandados e intensificados. Tenemos la esperanza de que todos habéis de corresponder a la Santa Misión de manera tan ferviente y ejemplar que nuestra excelsa Patrona, la Santísima Virgen, se sienta orgullosa de todos y cada uno de vosotros. Es el mejor obsequio que podéis ofrecerle en este año dedicado especialmente a Ella, en el primer centenario de la proclamación del dogma de su Concepción Inmaculada por haberlo dispuesto así nuestro Padre Santo, Pío XII.

 

Será, al propio tiempo una de las mayores alegrías que podéis proporcionarle a él, al Romano Pontífice que con tan cordial entusiasmo y emoción os recuerda por las muestras de amor y fervor cristianos que le disteis cuando aquí estuvo y de las que no se cansaba de hablarnos las veces que hemos tenido el honor de visitarle.

 

La Santísima Virgen, nuestra Patrona viene al frente de los Misioneros, como Reina de los Apóstoles todos, a henchiros de bienes, a colmaros de mercedes, a saturaros de gracia de Dios el alma, y de paz el corazón. ¿No es verdad, hijos míos que la mayor parte de vosotros vivís desasosegados, inquietos, ansiosos de reposo y de paz?

 

Pues la Santa Misión es la Santísima Virgen, que tanto sabe de penas y de dolores, y que al frente de sus Misioneros, se llega a vosotros diciéndoos por boca de ello si “Venid a Él. Sí; la Santa Misión es Jesús que viene a visitar nuestra ciudad; a visitar vuestras sumas. Hijos míos. Es Jesús que. viene a hablaros, a consolaros a perdonaros por medio de sus misioneros. Ellos son sus enviados. Por eso los veréis entrar en nuestra Ciudad, precedidos del Santo Crucifijo, con el Crucifijo al pecho; ellos mismos. Serán Misioneros de la Compañía de Jesús y del Inmaculado Corazón de María los que vendrán.

 

Deseábamos que también ahora, como en la Santa Misión de hace diez años, colaborasen con ellos los Padres Paúles de la Congregación de la Misión. Pero el Muy Reverendo Padre Visitador de los mismos, al que con este fin nos dirigimos, nos contestaba en su carta del mes de septiembre del año pasado: “Tenemos ya todo el curso próximo comprometido de tal suerte para nuestros misioneros, que no nos es posible dar esa Misión, con que Vuecencia nos honraba tanto”. Sin embargo, y no obstante este involuntario contratiempo, el número de Misioneros que esperamos ahora no será inferior al de los que dieron la gran Misión de 1944.

 

Vendrán a imponerse el enorme y agotador trabajo que para ellos supone la Santa Misión y que vosotros ya tuvisteis ocasión de conocer, y admirar. Lo realizarán, muy gustosos, por vosotros. Pues, vosotros, a vuestra vez, imponeos el sacrificio de dedicar esos días de la Santa Misión a resolver el negocio de vuestros negocios, el problema de vuestros problemas: el de la salvación de vuestra propia alma. Si lo resolvéis bien, lo habréis resuelto todo, lo habréis logrado: riquezas, dicha, bienestar, amor, felicidad que no se os ha de acabar nunca. Si lo resolvéis mal, o no os preocupáis de resolverlo, lo habréis perdido todo, por toda la eternidad ¡Por lo que más queráis. Hijos míos, acudid a la Santa Misión! Acudid todos, sean cualesquiera las ideas que tengáis. Aquí no se trata de política. Se trata de que todos tenéis un alma que salvar. Es Dios el que os llama. Es nuestra Madre, la Santísima Virgen del Pino, la que os invita. Que ni uno sólo de vosotros, Hijos míos, tenga que arrepentirse un día, cuando ya no tenga remedio, de haber despreciado este llamamiento extraordinario de Padre Dios, de haber cerrado los oídos a esta dulcísima invitación de su Madre, nuestra celestial Patrona. Y que Ellos os bendigan, como muy de corazón os bendice este vuestro Prelado”

 

Comenzó a prepararse la propuesta episcopal aquel Año Mariano, con un gran entusiasmo. Téngase en cuenta que en el siglo XX sólo había bajado una vez en 1936, después de más de un siglo sin hacerlo.

 

[Img #16391]Tomarían parte más de cien misioneros, y bajando desde Teror, Nuestra Señora del Pino presidiría la Santa Misión para obtener por su mediación los frutos espirituales que se deseaban.

 

El 11 de marzo se reunía en el Seminario la Junta Ejecutiva, presidida por el Vicario General Marrero Díaz; junto al vicepresidente Antonio Socorro, párroco-arcipreste de Teror; el secretario Francisco Caballero; Fermín Pérez Rodríguez, ecónomo del Seminario; miembros del Excmo. Cabildo Catedral y varios párrocos.

 

Socorro Lantigua explicó cómo la Santísima Virgen del Pino había bajado a Las Palmas hasta 35 veces, reclamada por el pueblo agobiado por guerras, sequías o epidemias cuando las rogativas y novenas hechas no habían obtenido la gracia solicitada en estos males materiales pero esta vez “la bajada de la Virgen se debe a una necesidad espiritual, por deseo de nuestro Rvdmo. señor Obispo y con motivo de las Misiones que van a celebrarse. Por eso, nos reunimos hoy aquí, como lo hemos hecho otras veces que tan transcendental acto se ha llevado a efecto, para adoptar las medidas y disposiciones pertinentes para rodear tal acontecimiento de la mayor solemnidad y esplendor posible. El día señalado para la bajada es el domingo 28 y la hora fijada para la salida de Teror, las ocho de la mañana. Por primera vez la Santísima Virgen entraría en la ciudad por el Puerto y recibirá el homenaje del pueblo en la explanada del Parque de Santa Catalina, donde se celebrará una misa vespertina -también por primera vez en Canarias- con objeto de que los peregrinos que no hayan podido hacerlo en sus parroquias cumplan con el precepto dominical”

 

La recepción oficial tendría lugar en la Plaza de León y Castillo donde el señor cura párroco de Teror y alcalde de la Villa harían entrega de la Patrona al Excmo. Cabildo Catedral y alcalde de Las Palmas, suscribiéndose el acta notarial.

 

Seguidamente y a la puerta de la Catedral se iniciaría un triduo en el que predicaría un sacerdote del clero secular, un padre del Corazón de María y un padre jesuita.

 

Los días que Nuestra Señora del Pino permaneciera en la Catedral tendría una guardia de honor permanente.

 

En principio se acordó que la procesión fuese encabezada por hombres y jóvenes solos; a continuación, el trono de la Virgen; seguidamente la emisora portátil y altavoces que radiarían toda la ceremonia; seguirían las señoras y, por último, la caravana de coches.

 

El Ejército del Aire ofrecía todos los aparatos necesarios para instalar una emisora portátil. El delegado de la casa Philips puso asimismo a la disposición de la Junta su equipo de altavoces, mientras el director de Radio Las Palmas, ofrecía sus servicios y los de la emisora. La Instaladora Quintana ofrecía todo lo que se refería al alumbrado.

 

Con objeto de solicitar del Excmo. señor capitán general de la región que a su llegada a Las Palmas se rindieran honores a la Patrona; se desplazaría a la vecina isla de Tenerife una comisión integrada por Antonio Socorro, el alcalde de Teror y secretario de la Junta.

 

Los días siguientes se fueron perfilando todos los detalles restantes de la Bajada y el 23 de marzo se publicó el detalle del programa de la misma

 

[Img #16393]

 

PROGRAMA

1. A las 4 y media de la mañana del día 28 de marzo, misa de despedida ante la carroza de la Virgen del Pino, instalada en la puerta principal de la Basílica, terminada la cual el Vble. Párroco de Teror, don Antonio Socorro Lantigua, despedirá en nombre del pueblo a la Stma. Virgen. Inmediatamente después se organizará la peregrinación hacia el Puerto de La Luz.

 

2. Entre 12 y 1 de la tarde, llegada al Parque de Santa Catalina, donde, instalada adecuadamente la imagen de la Virgen, a fin de ser vista de todos, se celebrará la Santa Misa, con salutación.

 

3. A la terminación, la imagen de Nuestra Señora del Pino se traslada á a la Parroquia Matriz de Nuestra Señora de La Luz, donde permanecerá a la veneración de los fíeles.

 

4. A las tres de la tarde saldrá la carroza de la Patrona de la Diócesis hacia la Plaza del Ingeniero León y Castillo, donde tendrá lugar la recepción oficial de la Ciudad de Las Palmas, firmándose el acta notarial tradicional. En este acto hará uso do la palabra el M. I. Sr. D. José García Ortega, hijo de Teror e historiador de la Virgen del Pino, Canónigo de la Santa Iglesia Catedral de La Laguna.

 

5. Seguidamente continuará la marcha procesional por las calles de León y Castillo, Triana, Malteses, Alameda de Colón, Muro, Puente de Verdugo, Obispo Codina hasta la Santa Iglesia Catedral, donde se iniciará el Triduo preparatorio de la Santa Misión, con sermón a cargo del M. I. Sr. D. Jua n Alonso Vega, Canónigo Magistral y Rector del Seminario”

 

[Img #16394]A las nueve y media de la mañana del jueves 25 de marzo, la Virgen del Pino bajó desde su Camarín hasta la carroza preparada sobre el automóvil que ofreciera, tal como informara el párroco, la empresa Hijos de Diego Betancor.

 

En la isla entera la noticia despertó un fuerte entusiasmo popular y todos comenzaron a preparar lo que de seguro sería un grandioso y emocionante acto reafirmativo de la profunda religiosidad del pueblo.

 

También el clero y los políticos iniciaron la intendencia que aquello necesitaría. Desde 1936 no se había llevado a cabo ninguna y aquélla se organizó después de más de un siglo sin hacerlo.

 

Tradición, fervor, cultura y fiesta se juntaron con la emoción de “hacer la bajada”

 

La misa de la salida se celebraría a las cuatro de la mañana en la Basílica terorense; se decidió el uso de la capa pluvial morada para los párrocos que acompañaran a la Virgen; todo se grabaría en cinta magnetofónica y a las 8,30 de la mañana comenzaría su emisión especial Radio Las Palmas, que se interrumpiría al llegar la comitiva a la Iglesia de La Luz para reanudarse más tarde a la salida de la virgen hacia Las Palmas de Gran Canaria, cuyo ayuntamiento p0rocedido a decorar rápidamente el recorrido así como organizar el tráfico y otros detalles de su competencia; se preparó todo lo necesario para atender cualquier emergencia sanitaria; se estableció un equipo de socorro por radio y altavoces para casos de accidentes, pérdida de niños en las aglomeraciones; se realizaría un reportaje cinematográfico de bajada de la Virgen del Pino y los actos misionales .

 

Un cartel anunciador se ponía a disposición de cuantos quisieran adquirirlos en las diferentes casas parroquiales de la capital, para exponer en las fachadas de los edificios sobre banderas o tapices

 

[Img #16395]La U. D. Las Palmas anunciaba lo siguiente:

Se pone en conocimiento de los señores socios y público en general que el partido a celebrar el próximo domingo día 28 del presente mes con el Club Deportivo Alcoyano comenzará a las tres y media de la tarde en atención a las ceremonias religiosas que se celebran en dicho día con motivo de la bajada, de la Virgen del Pino y con el fin de que las personas que presencien el encuentro puedan incorporarse a la procesión por la calle de León y Castillo o a su llegada a la Plaza del Ingeniero León y Castillo, para lo que se ha organizado un servicio especial de guaguas a la salida del Estadio, con el objeto de trasladar seguidamente al público hacia Las Palmas.

Las Palmas de Gran Canaria, 26 de marzo de 1954.

 

Nuestra Señora del Pino partió aquella mañana del domingo 28 de marzo de 1954 después de la misa y la despedida de Antonio Socorro en su carroza cubierta por bandejas y platería de la Basílica del Pino y acompañada por una impresionante cantidad de personas llegadas de toda la isla

 

Socorro Lantigua, en nombre del pueblo de Teror, “pronunció unas encendidas palabras de despedida de la venerada imagen”

 

Después, tras la cruz parroquial de la villa de Teror; las asociaciones piadosas masculinas de la parroquia, con sus respectivas banderas y estandartes; la carroza con la imagen de la Virgen del Pino escoltada por la guardia civil, clero, autoridades y las asociaciones piadosas femeninas, también con sus respectivas enseñas; la procesión se puso en marcha hacia el Puerto de La Luz.

 

José Luis Yánez Rodríguez

Cronista Oficial de Teror

Fotos: José Luis Yánez y Virgilio Navarro. Reservadosmlos Derechos

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