¿Te has planteado la importancia de formarte en crianza y educación para ser padre/madre?

Somos la primera generación de padres/madres, que se plantean estrategias para criar. Que se plantean las consecuencias de la educación (sobretodo emocional) y el impacto directo que eso tendrá en la calidad de vida de nuestros hijos a largo plazo.

¿Se imaginan que a nuestros padres, abuelos….les hubieran ofrecido un taller o una formación sobre cómo mejorar como padres?

Desde luego no hubiera tenido ningún éxito, y la ponencia habría sido ridiculizada.

Sin embargo, a lo largo de tu vida has llegado a todo después de un proceso de aprendizaje, no nacemos sabiendo y para todo tenemos que aprender.

Te formas antes de trabajar, aprendes un idioma por ejemplo, o a manejar el ordenador, antes de embarcarte en una experiencia en la que necesites el idioma o el conocimiento del ordenador, etc y siempre hay formaciones y personas que te acompañan en el camino.

Incluso, si lo llevamos al mundo de la maternidad... Desde el embarazo, hay médicos, matronas etc..que te van informando de lo que hay, de lo que puede pasar, de lo que puedes comer, de lo que no...para hacerlo lo mejor posible durante esta etapa, después tienes clases para prepararte para el parto, después sobre los cuidados del bebé los primeros días....y después.... Ya no hay nadie!!!

Llega la parte más importante de todas, que es la educación de tus hijos, y no hay nadie que te guíe. Sólo consejos sueltos, post de Instagram, estrategias que lees en cualquier sitio...pero no hay un profesional guiándote y explicándote cómo funciona las etapas del desarrollo o qué es lo que viene ahora, alguien que te guíe a tí para que tú puedas guiar a tus hijos.

Es el proyecto más importante de nuestras vidas, El más importante sin ninguna comparación, y sin embargo llegamos a esa etapa de la vida, la mayoría de las veces sin ningún tipo de formación. A ciegas. Y es muy frustrante emprender algo, cualquier proyecto, a ciegas, sin ninguna formación previa.

Entonces analizamos los caminos y vemos 2 principalmente....uno...criar y educar en automático, sin cuestionar lo que se ha hecho hasta ahora, sin replantearnos esos patrones, sin reflexionar en si eso ayuda o no en el desarrollo socio-emocional de nuestros hijos, tirar pa’lante y ya.

Pero esa forma de educar ya nos rechina, porque existe mucha más conciencia y conocimiento q años atrás, porque somos conscientes del impacto directo que tiene la educación emocional en la calidad de vida de nuestros hijos en el futuro.

Entonces analizamos el otro camino, el de una crianza y una educación consciente, más respetuosa, más empática....esa nos rechina menos, va más en sintonía con nuestra alma, con nuestra conciencia....pero ... no tenemos práctica, ni referentes casi, solo tenemos algo de teoría y la idea de que es una mejor opción....pero...cómo empiezo, cuál es la base, cómo lo pongo en práctica, cómo rompo con todos esos patrones de los que venimos....cómo me formo para hacerlo de la mejor manera posible…

Quizás tomamos muy a la ligera traer niños al mundo, quizás debiera ser obligatorio o por lo menos recomendado pasar por un periodo de formación básica sobre crianza, y quizás así, el mundo iría un poquito mejor, sería más empático, y tendríamos de verdad una generación dispuesta a aportar lo mejor de sí para el mundo.

Como padres/madres tenemos la labor más importante del mundo, dejar una generación que empiece a cambiar las cosas, que priorice la estabilidad emocional, las habilidades sociales, la salud mental.

Tan solo en dos décadas, el número de niños que toma medicación neurológica o psiquiátrica se ha multiplicado por siete. Esta tendencia sigue al alza y parece extenderse como la pólvora en el mundo “desarrollado” y, a día de hoy, uno de cada nueve niños pasará parte de su etapa escolar bajo los efectos de psicofármacos.

Tenemos niños sin autoestima, sin gestión emocional, sin estrategias para resolver conflictos de manera sana, sin habilidades de comunicación asertiva, niños que no saben identificar si lo que sienten es rabia o frustración, si están tristes o enfadados….

Y nos sorprenderemos después, si tenemos adultos envueltos en relaciones tóxicas, que no saben poner, ni respetar los límites propios o ajenos, que necesitan psicofármacos para sobrellevar la vida, que necesitan un like en las redes para sentirse validados, que no se permiten expresar sus emociones….

Una cosa lleva a la otra….

Y es que como dice una popular frase… “ es más fácil criar y educar niños sanos emocionalmente que reparar adultos rotos”

Haridian Suárez. Trabajadora social y Educadora de Disciplina Positiva para las Familias