La fábrica. Juan FERRERA GIL
La fábrica del Ron Arehucas, en su imagen exterior, resulta enormemente atractiva.
En los días soleados parece que todo se renueva y cumple con el sagrado deber de visitarla y comprobar que su importancia tiene. Ahora, con la peatonalización de la calle La Heredad, adquiere mayor visibilidad y pudiera ser que el número de visitas creciera. En cualquier caso, a nosotros lo que nos gusta en su aspecto exterior, que presume de haber alcanzado algo así como una especie de tiempo sin tiempo, aunque profundamente renovado. Les podemos asegurar que nuestra intención es solo destacar una visión que ahora nos resulta más frecuente, cercana y, hasta cierto punto, comercial.
Por eso el sol ha dibujado, en los días luminosos, con sus sombras las estancias más cercanas.
Juan FERRERA GIL
































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