La importancia de celebrar los días internacionales

Josefa Molina

[Img #10531]En estos últimos tiempos vengo reflexionando acerca de las iniciativas que cuentan con un día concreto de festejo en el calendario. Me refiero a los días que las entidades como la ONU o los Gobiernos sitúan la agenda a fin de invitarnos a reflexionar, aunque sea durante 24 horas, sobre un tema determinado.

 

¿Sabían que este año contamos con un total de 1.041 días Internacionales y Mundiales? 333 de ellos oficiales y 69 días populares. No tenía ni idea de que fueran tantos, la verdad…

 

He de ser sincera: nunca me había interesado especialmente por las celebraciones de estas fechas a nivel mundial, más allá de las concretas que por mi profesión y mi pasión por la literatura he venido celebrando durante mi vida.

 

Estoy refiriéndome a fechas señaladas como las que nos invita a la movilización colectiva del próximo 8 de marzo, día en el que celebramos el Día Internacional de la Mujer; o el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación contra la Violencia contra la Mujer, o para mí, en mi profesión como periodista, el día 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa.

 

Sin duda, estos días tienen todos una razón de ser: llamar la atención de la ciudadanía sobre una determinada demanda o una realidad sobre la que es necesario denunciar, visibilizar o simplemente, reflexionar.

 

En febrero hemos contado con un mes de lo más intenso en cuanto a la celebración de días internacionales que me gustaría traer a este espacio dada su importancia en cuanto a la visibilización de las mujeres en diferentes ámbitos.

 

Nada más comenzar el mes, el día 6 de febrero, se celebraba el Día Mundial de Tolerancia Cero a la Mutilación Genital Femenina. ¿Sabían que se calcula que cada año en torno a tres millones de niñas corren el riesgo de sufrir mutilación genital y que más de 200 millones de mujeres y niñas vivas han sido objeto de esta forma de violencia, según cifras de Unicef extraídos a partir del estudio de una treintena de países donde existen datos al respecto?

 

¿No es absolutamente terrible? ¿No es totalmente inconcebible que en pleno siglo XXI se sigan mutilando una parte de la sexualidad femenina en nombre de una cultura o de la tradición? Claro está: se mutila el cuerpo de la mujer, se mutila el órgano donde se concentra el placer de la mujer.

 

Por supuesto, que esta práctica brutal sobre la niña y la mujer, que con demasiado frecuencia trae consigo el fallecimiento de las mutiladas, es una práctica totalmente patriarcal y un ejercicio que evidencia el poder del hombre sobre el cuerpo femenino. La mutilación genital es un ejercicio de violencia machista sobre el cuerpo de la mujer porque el hombre ha venido entendiendo que el cuerpo de la mujer es de su propiedad.

 

Al igual que con la prostitución y la pornografía, la mutilación es violencia sexual que se ejerce sobre la mujer para dominarla, para someterla, para mantener su posición de inferioridad. Una práctica deleznable que como sociedad debemos denunciar y combatir con las armas que tengamos a nuestro alcance empezando por la información, la educación y la concienciación.

 

También para concienciar sobre la escasa o nula visibilidad, que no ausencia, de la mujer en el campo de la investigación científica, se ha fijado un fecha concreta en el calendario. ¿Sabían que las mujeres reciben becas de investigación más modestas que sus colegas masculinos y, aunque representan el 33,3% de todos los investigadores, sólo el 12% de los miembros de las academias científicas nacionales son mujeres? ¿O que en ramas de formación como Ingeniería y Arquitectura la presencia de estudiantes mujeres es inferior al 30%?

 

Precisamente y con el fin de revertir estas cifras se instituyó el Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia que se celebra cada 11 de febrero, un día situado desde 2015 en la agenda anual con el objeto de reconocer el invisible papel que se le ha hecho jugar a las mujeres en la historia de la ciencia y la tecnología.

 

A este respecto, me gustaría subrayar la importancia de iniciativas que se llevan a cabo en los centros educativos del Archipiélago canario con el fin de exponer y dar a conocer al alumnado, especialmente a las alumnas, mujeres referentes en el ámbito de las ciencias y las tecnologías.

 

Soy consciente del esfuerzo que se realizan desde la mayoría de los centros educativos de secundaria de las Islas pero quiero señalar un proyecto en concreto: el que impulsa la profesora Rosa María Martorell Martinón del IES Politécnico de Las Palmas, una iniciativa que lleva a cabo en colaboración con el programa STEAM de la Consejería de Educación del Gobierno regional y de la Asociación Astronómica y Educativa de Canarias Henrietta Swan Leavitt, y que bajo el título de ‘Astronomía, Mujer y Poesía’, lleva tres años visibilizando a las escritoras y a las científicas, poniendo rostro de mujeres de ambas profesiones ante el alumnado del centro.

 

Este tipo de iniciativas es lo que considero enseñar con perspectiva de género desde el activismo y la concienciación real. Una forma de enseñar que lideran docentes especialmente sensibilizadas y preocupadas en visibilizar a otras mujeres como la que también realiza la profesora de Literatura, Begoña Martel, en el IES José Arencibia Gil de Telde y de la que fui testigo directo el pasado 19 de febrero, cuando fui invitada al centro con motivo de la celebración del Día de las Letras Canarias, donde impartí una charla al alumnado, no hablar de la letras canarias, sino del papel de las mujeres dentro de la literatura canaria.

 

El día elegido para celebrar el Día de las Letras Canarias, un 21 de febrero, responde a la fecha del fallecimiento del historiador, biólogo y uno de los máximos exponentes de la Ilustración canaria, José de Viera y Clavijo. La celebración de este Día, que se instauró en el año 2006, me parece que no sólo es muy pertinente sino también muy necesaria dado que promueve el conocimiento sobre la obra del escritor o de la escritora homenajeada y lo que me parece más crucial, lo acerca al alumnado de los centros educativos con diferentes actividades durante todo un año.

 

Ahora bien, tengo dos cuestiones que subrayar en cuanto al Día de las Letras Canarias. Primero, ¿por qué se utilizó la fecha de José de Viera y Clavijo y no la de su hermana, María Joaquina Viera y Clavijo, considerada como la primera mujer escritora de la tradición literaria de Canarias? En mi opinión, hubiera sido mucho más acertado y desde luego habría respondido más al pensamiento cultural y literario del siglo XXI además de tener un carácter y un fin más igualitario. Y segundo: ¿por qué tan sólo seis escritoras han protagonizado este Día en los diecinueve años que se lleva celebrando?

 

Bueno, creo que a nadie se le escapa que las respuestas a ambas preguntas caen por su propio peso: el de la cultura patriarcal. Es evidente que todavía tenemos mucho que reivindicar para hacer real una sociedad en la que mujeres y hombres estén representados de forma igualitaria en todos los ámbitos, desde los culturales y científicos pasando por los deportivos, los políticos y los económicos.

 

Por cierto, que hablando de los económicos, desde 2011 se celebra cada 22 de febrero el Día europeo por la igualdad salarial entre mujeres y hombres. Uy, ese es otro melón que hay que abrir con urgencia. Que exista un día para reivindicar la igualdad salarial deja patente una realidad incontestable: la existencia de una brecha salarial por motivo de género. Es decir, la existencia de una desigualdad de la que las mujeres resultan con doloroso saldo negativo en su contra, primero, porque durante su trayectoria laboral cuentan con menos ingresos al mes para hacer frente a su vida, y segundo, porque al cobrar menos, también contarán con menos pensión a la hora de jubilarse. Es decir, desigualdad durante y después de la vida laboral. A lo que hay que sumar el hecho de las mujeres acceden más tarde al mercado laboral y cuando lo hacen, están obligadas a compatibilizar su trabajo fuera de casa con el trabajo dentro de casa y el cuidado familiar.

 

¿Sabían que las españolas cobran un 19,89% menos que sus compañeros varones en un mismo puesto de trabajo? ¿Sabían que el sueldo de las mujeres es casi de 5.000 euros menos al año que un hombre? ¿Sabían que las mujeres suponen tan sólo el 44 por ciento de la población asalariada a tiempo completo y que además tienen que soportar una mayor tasa de temporalidad? ¿Sabían que la pobreza en Canarias tiene rostro de mujer?

 

Lo dicho: todavía tenemos muchas cosas que cambiar para que la sociedad del siglo XXI sea una sociedad más justa y paritaria en la que todas y todos tengamos las mismas oportunidades, los mismos derechos y las mismas obligaciones.

 

Eso sería lo deseable y es hacia esa igualdad hacia donde debemos dirigir todos los esfuerzos. Mientras tanto seguiremos contando con Días internacionales que nos lo recuerden, esperando -por soñar que no quede- que en algún momento de nuestra historia como humanidad estos días ya no sean necesarios porque habrán quedado obsoletos o fuera de nuestra realidad cotidiana.

 

Por cierto que hoy, 1 de marzo, se celebra  el Día Internacional para la Cero Discriminación, una celebración que nos insta a promover la inclusión, la compasión y la paz. ¿No son motivos más que suficientes para celebrar este Día? Pues a celebrarlo. ¡Feliz día para la Cero Discriminación!

 

Josefa Molina

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