
Eduardo Oramas Alayón nació en San Miguel de Abona en 1923 y en la actualidad reside en El Fraile (Arona). Se ha ganado una gran reputación en su ejercicio como maestro del Juego de la Mano y del Juego del Palo y por su inquebrantable compromiso y decisiva tarea como transmisor de la cultura y las costumbres canarias. A lo largo de su vida ha desempeñado múltiples oficios: agricultor en Arico, cabuquero en Gran Canaria, albañil, carpintero, paredero, herrero, camellero y leñador, entre otros.
Aprendió los juegos tradicionales a través de su sistema de defensa personal se desarrollan en base a cuatro modalidades diferentes: juego de manos, juego del palo estilo Lucio, juego del palo chico y juego del palo corto o escondido. Es su abuelo materno, Federico Alayón Delgado (1856-1940), quien lo inicia en los juegos tradicionales que guardaban, en aquella época –finales de los años treinta del siglo pasado–, una relación directa más con la defensa personal que con la exhibición.
El segundo maestro que tiene es Lucio Rodríguez Gómez (1887-1962), que le enseña un juego del palo correspondiente a la modalidad de palo medio. Se practica con un palo que llega a la altura de la cintura, un metro aproximadamente, se coge con las dos manos por un extremo, no especifica si por la punta o el trozo. Pertenece al contexto del juego que hacía maestro Pedro –del cuento Que te pierdes Pedro de Benito Pérez Armas–, que no anda con filigranas si no que va al grano, buscando la mayor eficacia y contundencia en el menor tiempo. Podríamos decir, entonces, que no es un juego de exhibición desarrollado para ser visto. No se deja jugar, se bloquea el juego del otro.
La Escuela de Juego del Palo y de la Mano de Eduardo Oramas Alayón nace en mayo de 2005, cuando decide enseñar sus juegos a otras personas, componentes de la escuela de juego del palo (estilo Déniz) de la comarca de Abona y a su sobrino nieto, Cayo. La aportación que realiza este maestro chasnero significa un extraordinario enriquecimiento para el patrimonio de los juegos tradicionales de Tenerife y de Canarias, pues viene a completar las modalidades conocidas con otras dos de las que nos faltaba información: la del palo chico y la del palo corto o escondido.
Su gran valía la avala los diversos reconocimientos que recibió; Medalla de Oro del municipio de Arona, además de Hijo Ilustre de Tenerife, Eduardo Oramas Alayón da nombre al centro cívico de El Fraile, localidad en la que residía y falleció a los 98 años de edad.
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