En homenaje a José Luis Tacoronte y el belén municipal de Gáldar (fotos y vídeos)

María y José Luis en una imagen de archivo, 2017

Una tarde de otoño de 1998, tras el verano galdense, en la plaza de Santiago y en la tertulia casi diaria, el recordado empresario Antonio Sosa Quesada, lanzó un “qué ganas tengo de que por una vez, Gáldar cuente con un belén municipal de altura”.

Se habló inicialmente de los costos de realizar un belén, a lo que Antonio Sosa de forma entusiasta y sin pensarlo dos veces comentó que él, desde su tienda, en la calle Capitán Quesada, apoyaría el esfuerzo económico que se tuviera que hacer para que el belén municipal se conviertiera en una realidad, y así fue, una vez estuvo terminado, Antonio disfrutó como un niño pequeño con un juguete nuevo. Aquí, en estos inicios, es de justicia reseñar también, la enorme y entusiasta colaboración que se tuvo de Isidro Padrón, que desde su ferretería facilitó todos los materiales necesarios para la realización de este primer belén.

Una vez resueltos estos problemas logísticos de primer nivel nos quedaba lo más importante, encontrar un artista que fuera de capaz de convertir el reto en realidad y ante ello, el entrañable Pepe Armas, siempre resuelto, aseguró que el conocía a un belenista excepcional que era galdense y que si querían ya se ponía manos a la obra para concertar una reunión que se produjo pocos días después.

Este belenista era José Luis Tacoronte, que no tardó en aceptar la propuesta, ni se lo pensó, fue visto y no visto, poníendose de inmediato al frente de la confección del belén municipal de 1998.

José Luis comandó un equipo en el que estaban los queridos y recordados Vitorio Pérez y Hernán Bolaños, el propio Pepe Armas que ejerció como electricista, peón de la construcción..., al igual que Nicolás Ramírez y Suso Quesada que tanto servian para llenar como para acarriar.

Se trabajó en el teatro municipal que entonces no había sido rehabilitado, montando todas las piezas que después serían ubicadas, una a una, en torno al viejo drago, testigo mudo de un gran trabajo y de numerosas anécdotas imborrables en el tiempo.

Al año siguiente, José Luis Tacoronte volvió a ponerse al frente, esta vez en el salón de la antigua Caja de Ahorros, hoy parte integrante de la Casa Museo Antonio Padrón, al igual que en el año 2000 en que también, José Luis confeccionó el belén en el mismo espacio.

Después, el trabajo belenistico se trasladó al antiguo colegio Jesús Sacramentado, "Las Monjas", durante otros dos años, manteniéndose la colaboración de Vitorio y Hernán.

Aquel equipo de los primeros años, trabajó duró y aprendió mucho de la maestría de José Luis Tacoronte, pero, aparte del trabajo, también se lo pasó en grande con las ocurrencias de Hernán y Vitorio, que servían para un roto y un descosío y que siempre lograban sacar la sonrisa de los compañeros así como de los muchos amigos que se acercaban para visualizar los progresos que se alcanzaban día a día. Fue y es inolvidable para todos, la inventiva de Pepe Armas, no existía problema que Pepe no solucionara, y claro está, cómo se gozó del buen hacer de José Luis, con esas manos creativas de las que siguen saliendo hermosos belenes.

Durante unos años, más de una década, la responsabilidad del belén municipal recayó en otro gran belenista, Ángel Valencia, tristemente fallecido en octubre de 2015. También dejó una trayectoria belenística impagable en el municipio.

Será ese mismo año, 2015 cuando José Luis vuelve a asumir el reto de confeccionar el belén municipal de Gáldar, esta vez contando siempre con su inseparable compañera, María González, una responsabilidad con dedicación anual que mantiene hasta la actualidad.

Y es que, José Luis Tacoronte se pasa el año entregado al belén, confeccionando piezas en su casa, pequeñas miniaturas que decoran el conjunto, desde las más variadas frutas a todos los pequeños detalles del carpintero, del herrero, del agricultor en su pequeña parcela, de los pastores con sus ovejas, de las hortalizas, las telas con multitud de colores y dibujos, el horno del panadero, la aguadora en la fuente, la reunión de pastores en la anunciación e incluso, en las majestuosas palmeras, todo ello con unas técnicas miniaturistas que cuidan el detalle y que nos presenta de forma magistral en el conjunto de su belén. Después, cuando llega el mes de octubre, ya comienza el trajín verdadero que con la ayuda de María, se mete de lleno en montar los distintos espacios en la sala Sabor de las Casas Consistoriales.

Este gran belenista es fiel a la tradición hebrea, y cada año sorprende con la infinidad de detalles que aporta, que hacen imposible abarcar su totalidad en una sola visita. Podemos decir, que cada visita aporta nuevos descubrimientos, y que por muchas veces que se visite, siempre queda alguna razón para volver.

(Vídeo: Antonio Valencia)

Tiene querencia por la cueva en la que están la Virgen, San José y el Niño, todo su belén gira en torno a ella, el nacimiento lo marca todo, a partir de él, el belén toma forma y vive, recreando caminos, escudriñando, paseando por sus calles empedradas, casas sorprendentes, montañas caprichosas que parecen auténticas, ríos que llevan las aguas mansas al regadio necesario de las fértiles parcelas, todo ello conjugado a la perfección con el buen gusto y la tradición.

Hablar del belén municipal de Gáldar es hablar del gran trabajo de José Luis Tacoronte, y hoy, una vez pasadas las navidades, queremos recordar con enorme cariño y gratitud el gran regalo de cultura y tradición que cada año, José Luis y María, nos regalan a todos los galdenses, y por supuesto, a las miles de personas que se desplazan hasta el municipio norteño para disfrutar de su gran belén. Catorce belenes confeccionados para el ayuntamiento galdense lleva ya José Luis, y desde aquí, deseamos sinceramente que sean muchos más, y que no quepa duda, que nosotros lo sigamos disfrutando porque queremos estar ahí, dejando constancia para el futuro y las generaciones venideras.