(157). LA BRISA DE LA BAHÍA. Tercer aniversario

Acabamos de cumplir ¡¡tres años tres!! en esta ventana que nos regala cada semana Infonortedigital.com: LA BRISA DE LA BAHÍA.

Sabemos que el tiempo vuela y, además, sentimos que cada vez va más rápido. En esta ventana virtual percibimos plenamente la libertad, sin ataduras postizas ni atrevidas insinuaciones y, también, podemos expresar con soltura amplia los pareceres, las opiniones, las ideas que a nuestro lado surgen en el diario caminar: vivimos una oportunidad única que valoramos en su justa medida.

Nunca pensamos escribir tanto. Ni, menos aún, convertir la cámara fotográfica en una prolongación de la mirada. Nunca nos llegamos a imaginar que podríamos contar con unos veinte lectores. Y lo cierto es que eso se agradece. Y mucho. Que veinte personas dediquen su apreciado tiempo a leer, de vez en cuando, estas líneas, no solo lo consideramos un milagro cotidiano más, sino que, desde este rincón digital, les damos las gracias más sinceras y cariñosas. A veces consideramos que hay que tener valor. Y mucho. Para una cosa y para la otra.

Pero, en fin, los que hemos nacido con la manía de leer y escribir, y reconocemos que siempre perteneceremos al siglo XX, es algo que compartimos con algunos amigos de vida que nos tratan bien y saben de nuestras neuras y aspavientos. Que no lleguemos a todos es algo con lo que contamos desde el principio: si en algún momento a nuestros lectores les tocamos el corazón o les movemos un poco la silla de sitio, seguro que habremos alcanzado el objetivo primordial de esta aventura de las letras escritas: “LA BRISA DE LA BAHÍA” disfrutará, así, de su verdadera razón de ser, donde, probablemente, la espontaneidad y la tranquilidad han encontrado holgado asiento.

En este medio hemos encontrado apoyo y entusiasmo. Siempre. Y consideración. Y eso dice mucho de las personas que lo dirigen. El hecho de que llevemos ¡¡tres años tres!! no solo es una conquista que nunca imaginamos alcanzar en el mejor de nuestros sueños, sino que, además, sirve para poner la vanidad a buen recaudo, que siempre viene rondando para hacernos creer aquello de que “somos imprescindibles y únicos”: nunca es así y, sobre todo, nunca es verdad.

“La brisa”, suave, delicada y ligera, inunda este espacio de palabras que atraviesa “la bahía”, como rielando, y viene a representar la otra parte de la isla que colma de sensaciones y emociones el puerto de entrada. Es cierto que nunca arribaremos a puerto alguno en esta andadura sin final, somos como un faro anclado en la costa, pero este caminar que no cesa, acaso, se convierte, si no lo es ya, en una manera de ser y sentir. Que no es poco. Así que ustedes, inteligentes lectores, si lo desean, aquí seguiremos para bien o para mal.

Poder seguir en el camino y dar el siguiente paso en el baile: en ello estamos.

Juan FERRERA GIL