
La “Academia Arucas”, que ya lleva unos cuantos años ejerciendo su labor en la ciudad norteña, en su actual ubicación cuenta con un espacio que fue una vez una peletería, la de Ramoncito Sarmiento, de tanta solera y mejor servicio, y desde sus dos expositores también se disfraza para participar en la Navidad aruquense: una colaboración impagable.
El escaparate cuenta con la capacidad de reproducir doblemente: por un lado, lo que ofrece, y, por otro, la realidad que refleja: todo él ha venido para quedarse y colaborar modestamente con la ciudad que la ha visto nacer y crecer. Su exposición ya nos había llamado la atención por su carácter “vintage” y, cuando fuimos a realizar las fotos, descubrimos también en él la Navidad, que cada año se renueva y distinta parece.
Sirvan estas imágenes para dejar constancia de que su aportación al entorno resulta más que evidente y agradable: siempre fue un escaparate novelero que obligaba a pararse y a mirar. Igual que lo que hemos hecho hoy: todavía mantiene su esencia.
Enhorabuena!!




























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