El regreso a casa de Ismael García y sus cabras (fotos)

Barruntando el verano, Ismael García Jiménez, hizo la mudá de su rebaño de cabras desde La Longuera del Valle de Agaete hasta la cumbre. Allí pasó cinco meses hasta que este sábado llegó el momento de regresar a casa.

En los largos días pasados en la cumbre, Ismael disfrutó de lo que más le gusta que no es otra cosa que atender a sus animales, aunque reconoce que este año el verano fue más caluroso.

Tanto que era cuando llegaba el frescor de la tarde cuando soltaba al rebaño para que comiera, mientras que la mañana la dedicaba al pastoreo.

En este tiempo, Ismael contó con la ayuda de los buenos amigos, pendientes de llevarle lo que necesitara, amigos que lo acompañaron este sábado en el camino de regreso a casa, porque llegó la hora del volver al Valle.

Se hizo el camino de vuelta con la satisfacción de seguir manteniendo la tradición heredada de los abuelos, con la época de la mudá grabada en el corazón, andando con agilidad, sintiendo pastores y rebaño, la senda del regreso.

Nada más llegar, la cabra sajoná no pudo esperar y parió, un macho y una hembra, y ahora toca esperar que continúe este ciclo de nueva vida, que aumentará al cuidado rebaño.

Ismael vuelve al trabajo cotidiano en La Longuera, agradeciendo la ayuda que se le brinda, y esperando que llegue el invierno para que las cabras tengan que comer.

Tiene claro que si en vez del frío hace más calor del debido, preparará de nuevo a las cabras para hacer una mudá adelantada a la cumbre, porque para él lo fundamental, es que no les falte el alimento.

Cuando se mira a la vida con ojos de pastor, el corazón habla con los versos nacidos del amor a la tradición:

Desde la bruma al salitre, pasando por Tamadaba, 

Camina la manada, buscando el soco del invierno. 

Manteniendo los caminos que otros nos dejaron. 

Caminos de esperanza de que ellos no se pierdan. 

Senderos del pasado, senderos del ayer, 

Senderos que mantiene el pastor Ismael. 

Esta si es tipo de vida, 

La que vives con vocación, manteniendo la cultura y siguiendo la tradición. 

Eres  pastor trashumante, entre nubes y calor. 

Eres admirado por todos los que entienden tu labor. 

Entre sonidos de cencerras y golpes de regaton, 

Bajas y subes por  San  Pedro compartiendo tu ilusión. 

Ruyman Mena. Pastor trashumante de ovejas

Galería fotográfica en este enlace

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