
Esta fue una de las noticias más llamativas e interesantes de este fin de semana en el fútbol base. A pesar de las fuertes temperaturas unos encuentros se suspendieron y otros no. ¿Cuál es el criterio que se sigue para tomar la decisión de jugar o suspender un partido? ¿Quién es el responsable de lo que pueda suceder en un campo de fútbol cuando las altas temperaturas puedan afectar a los jóvenes de este deporte?
Son preguntas que hacen muchos padres y aficionados al deporte base, considerado un deporte de formación, de aprendizaje, de diversión, de hacer ejercicio…Supone un contrasentido de lo ocurrido este fin de semana en los partidos que debían disputarse. Unos ayuntamientos decidieron que se podían jugar y otros no.
Son situaciones muy particulares y algunas instituciones deberían justificar los motivos, los riesgos y la responsabilidad de lo que pudo ocurrir en cualquier partido de fútbol que se disputó en la jornada de este sábado.
Familiares de jugadores nos han hecho llegar su malestar, sobre todo algunos padres de estos niños que autorizaron a jugar estos partidos y otros que no dejaron que sus hijos jugaran. Es el caso del Sardina C.F. en la categoría de Cadetes, el horario del partido era a las 11,00 de la mañana con una temperatura de 38º. El encuentro enfrentaba al Sardina y al Moya. Se jugaba a puerta cerrada por sanción al equipo local. El Sardina se presentaba con 7 jugadores, otros padres no autorizaban a sus hijos a jugar por el riesgo de las altas temperaturas y el Moya con 15 jugadores. Habían transcurridos 14 minutos cuando un jugador local quedaba lesionado con golpe fortuito con un compañero y al quedar el equipo de casa con 6 jugadores en cancha, se suspendía con el resultado de 0-3 para el Moya, goles conseguidos por Adriel (2) y Garoé. Según se refleja en el acta arbitral “encuentro iniciado y suspendido”.
La conclusión final es la de no entender porque no se evitan estos riesgos innecesarios, poniendo en peligro a los participantes. Recuerdan que estos días se suspendieron las clases en todos los centros escolares, los alumnos estaban bajo techo, pero consideran justificada la suspensión de las clases por el calor insoportable lo que consideran una contradicción, que los mismos niños no tengan clase y si puedan jugar a las 11 de la mañana con 38 grados. Justifican sus protestas para advertir y concienciar a los entes públicos de su responsabilidad y riesgos para la salud, al permitir lo sucedido. Como se dijo anteriormente, el partido era a puerta cerrada y ¿quién podía socorrer o atender a algunos niños si tuvieran un desmayo o afectación por un golpe de calor? Y la pregunta la dejan en el aire y en la conciencia. ¿Se puede correr el riesgo por un resultado, ganar o perder un partido, al haber fechas entre semana para disputarse los partidos y esperar a que mejoren las temperaturas?
En otras ocasiones han suspendido los partidos de fútbol por previsión de tormentas y rachas de viento, aunque después nunca pasa nada y ahora que sabían que había una ola de calor en las Islas no fueron capaces de suspender la jornada completa.
Definición, la Federación permite que se juegue la jornada, pero deja la papeleta a los ayuntamientos, éstos deciden, unos si y otros no. Los padres autorizan que sus hijos jueguen, son menores de edad. Al final de quién es la responsabilidad. Es una situación muy complicada. ¡Qué bonito y atractivo es el fútbol base!
Artículo remitido por familiares de los jugadores del Sardina CF cadetes
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