PHOTOTEX: "La playa"

“Me gustaba la playa en el mes de mayo.

Como los días soleados se alternaban con otros nubosos, poca gente la visitaba. Y a mí me parecía no solo más grande, sino que, además, me pertenecía. La recorría varias veces, como quien atraviesa un corazón herido, antes del chapuzón que me reconfortaría para el resto de la jornada. Como trabajaba de tarde, las mañanas, desde tempranas horas, se iban sucediendo entre la amarillez de la arena y el azul intenso del día cantábrico: lento, asustadizo, donde la conversación, en contadas ocasiones, se sustanciaba con el ocasional vecino. Hasta que llegó ella.

Ella representaba la lentitud personificada y, además, era la maestra perfecta en el arte de los asuntos cotidianos: todo tenía su ritmo; incluso cuando llevaba prisa, se vestía despacio. La conocí a finales de mayo. Luego, cuando cambió el tiempo y regresaron las sempiternas nubes norteñas la perdí de vista. Y hasta ahora.”

Juan FERRERA GIL