
Suena en el estudio el “Va pensiero “de Verdi, mientras que el artista, embullido en el canto de esperanza y libertad, llena con agilidad el cuaderno de trazos.
Nos imaginamos el recogimiento de la cálida estancia en la que la creatividad llena el lento caminar de las horas.
Puede ser en una de esas luminosas mañanas o en la placentera tarde en la que el verano dice adiós, en la que el arte toma las riendas de la vida.
Poco a poco, los perfectos trazos dan forma a elementos festivos queridos como las caracolas y rostros con nombre propio de las sentidas Marías o los papagüevos que han alegrado los días de infancia.
Trazos que evocan a poesías atesoradas en la memoria con el recuerdo mecido en la ternura de la madre:
Cuando duerme una madre junto al niño
duerme el niño dos veces;
cuando duermo soñando en tu cariño
mi eterno ensueño meces.
(Miguel de Unamuno)
Recrea el artista estampas del ayer que se nos hace lejano en el tiempo, y se nos hace presente el mar que devuelve al abrigo de la playa a la barca que ha terminado de faenar.
La música y la poesía caminan de la mano acompañando la creatividad de Geño Aguiar, que una vez más con suma generosidad, la entrega para que sea universal.
Vídeo editado por Adolfo Aguiar
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.218