No toilet?

Quico Espino

Esa fue la pregunta que nos hizo la señora inglesa que aparece en la foto que encabeza el artículo, contemplando la puesta de sol, cuando un amigo mío y yo nos fuimos a dar el baño crepuscular, como dice él. Primero nos preguntó que si hablábamos inglés, a lo cual respondimos afirmativamente, y luego quiso saber dónde estaba el baño público.

-Aquí sólo hay baño público en verano, mientras ondea la bandera azul –contestó mi amigo, y fue entonces cuando ella, sorprendida, no gratamente, como si le chocara lo que había escuchado, nos hizo la pregunta que da título a este relato:

No toilet?

Nos dio vergüenza decirle que no, y, con cierta ironía, añadimos que una vez pasado el verano (estábamos a mediados de octubre del año pasado) había que ir a los restaurantes, si es que se encontraban abiertos, u orinar en el agua, mirando al Teide,

… a los colores del cielo, al plateado de las aguas, a las barcas que se balanceaban con la corriente y a los pescadores que lanzaban la caña en el muelle.

Ella percibió el retintín que había en nuestras palabras y, después de esbozar una expresión de desagrado, dedicada a los responsables de tamaña dejadez, y otra de agradecimiento, dirigida a nosotros, levantó los ojos al cielo y, de inmediato, le salió un ¡oohhh! maravillado que hizo que mi amigo y yo miráramos en la misma dirección. Y también nos quedamos fascinados con lo que vimos:

Luego volvió a mirarnos para decirnos que había estado en Agaete y en El Puertillo, donde sí había baños públicos, y que era una pena que un lugar tan hermoso como Sardina, con tanta difusión en las redes sociales, no tuviera los servicios apropiados para cubrir las necesidades de los visitantes. Y agregó:

-Espero que se solucione pronto.

Y nosotros, dirigiéndole una mirada que denotaba tanto vergüenza ajena como desilusión, al unísono, replicamos: ¡ojalá!

Texto y fotos: Quico Espino