En un pestañeo, de llegarse a creer que iba a arrasar en las elecciones generales con una mayoría aplastante, a pedir ‘por favor’ que le dejen ‘gobernar un ratito’. Así está Feijóo, con la cara ‘descompuesta’ y ‘sin novia’ desde que en la noche del 23 de julio daba saltitos en el balcón de Génova 13 mientras escuchaba atónito y sin poder esbozar ni un balbuceo, como las nuevas generaciones del ‘arriba España’ vitoreaban a Ayuso, y no a él.

Desde aquella noche, Feijóo está en un ‘sin parar’ de idas y venidas, de rotondas para cambiar de sentido (o de ‘sinsentidos’), de nadar en un mar de contradicciones pidiendo a gritos que (por favor) alguien le eche un flotador al que agarrarse. Después de arrastrarse ante el PNV (que le ha dado portazo tras portazo en las narices) … Después de tirarle los tejos a Puigdemont (el ‘fugado’ ese, que quiere junto con Esquerra, romper España). Después de 'engañar' al Rey con el 'chiste' de que va a encontrar los apoyos necesarios. Después de hacer un llamamiento desesperado a los socialistas ‘de bien’ que le apañen un ‘tamayazo’ al estilo Aguirre... Feijóo le pide a Pedro Sánchez que 'le preste' votos para gobernar dos años nada más. O sea, pedir votos al 'sanchismo' para derogar el 'sanchismo'… ¿Alguien capaz de entender a Feijóo, para que traduzca su comportamiento? A este hombre le falta un hervor. O tiene muy poca dignidad. O las dos cosas a la vez.

Claro que esta soledad, Feijóo y su Partido Popular ‘condenado tres veces por corrupción’, se la han ganado a pulso. No se puede ir mordiendo la mano de quien puede darte de comer. No se puede ir insultando sin consuelo a quienes luego puedes necesitar para pedir apoyo. Se creyó las encuestas, las que le favorecían, y NO supo ser ese político moderadamente centrado que nos han vendido. Desde que ‘aterrizó’ en Madrid, hemos descubierto a un Feijóo que NO dice la verdad ni cuando le pillan, como a esos niños o niñas que hacen alguna trastada delante de nuestros propios ojos y te dicen con descaro ‘yo no he sido’. Claro que las ‘trastadas’ de Feijóo son muy graves porque juega con ‘la verdad’, con el ‘presente y el futuro’ de nuestro país, y lo hace mintiendo impunemente.

Criticó el PP a Pedro Sánchez (el ‘okupa’, ‘el felón’) porque se ‘fue de vacaciones’ tras las elecciones y Feijóo tenía mucha ‘prisa’ en constituir el nuevo gobierno; sin embargo, pide a la presidenta del Congreso casi dos meses para presentar su candidatura a la presidencia del Gobierno de España. Se entrevista con Pedro Sánchez y le presenta un documento en cuya portada aparecen los ‘Pactos de la Moncloa’ de 1977, que su antecesor en el partido, Manuel Fraga, NO SUSCRIBIÓ. Documento titulado ‘ACUERDO POR LA IGUALDAD Y EL BIENESTAR DE TODOS LOS ESPAÑOLES’, con toda la falta de escrúpulos de la que es capaz el partido que mantiene bloqueada la RENOVACIÓN del PODER JUDICIAL desde hace cinco años; con la desvergüenza de quienes LLEVARON AL CONSTITUCIONAL la ley que ampliaba LOS PERMISOS DE PATERNIDAD, entre otras. Habla de IGUALDAD Y BIENESTAR, pero en las comunidades autónomas y ayuntamientos donde gobiernan, ELIMINAN EL IMPUESTO DE PATRIMONIO Y SUCESIONES para favorecer a las clases más pudientes (reduciendo así la inversión en lo público), o las CONCEJALÍAS Y CONSEJERÍAS DE IGUALDAD. Pactan sin pudor con quienes NIEGAN LA VIOLENCIA DE GÉNERO e incluso en sitios donde ya no necesitan a VOX, como en Madrid o en Andalucía, NO se habla más que de ‘VIOLENCIA INTRAFAMILIAR’.

Pedir a Pedro Sánchez que le ‘DEJE GOBERNAR’ DOS AÑOS roza el ridículo. El esperpento está servido. Causaría risa si no fuera porque la cosa es muy grave. España NO se merece esta BURLA. Claro, esto lo propone Feijóo; él, que siempre habla de llegar a grandes acuerdos constitucionales, pero se salta la CONSTITUCIÓN. Quisiera saber yo en qué artículo de la Constitución viene eso de nombrar un presidente de gobierno por dos años. Por favor, un poco de seriedad. Feijóo se ha convertido ya en un ‘meme’ de sí mismo, un muñeco de guiñol manejado por no se sabe muy bien quién o quiénes. Porque cuando Ayuso sale al ‘rescate’ (siempre con unas declaraciones indecentes escritas en un papelito), NO es para ‘salvar’ a Feijóo, sino para demostrarle que le echa su aliento en el cogote, QUE MUCHO OJO, que ella se ‘cargó’ a Casado. Claro que esto se podría afirmar si no la conociéramos bien y no supiésemos que a ella alguien le ‘susurra’ también en el oído.

Que a Feijóo ya nadie se lo cree ni en su propio partido está claro, ni aun simulando que le apoyan…El pasado 27 de agosto, en el arranque del nuevo curso político en Pontevedra, estaba Rajoy, estaba González Pons, como también Cuca Gamarra, Moreno Bonilla, Mañueco o López Miras, pero NO estaba AYUSO. Nombro al de Murcia y me sale cantarle el bolero ‘teatro… lo tuyo es puro teatro…’ porque menudo papelón el de LÓPEZ MIRAS enseñando músculo frente a la extrema derecha… No es que haya cedido. Tampoco es, como dice, para evitar que murcianos y murcianas voten otra vez, Murcia le importa un pimiento a quien se está cargando el MAR MENOR. Simplemente ha sido un 'paripé' indecente simulando que VOX no entraría en su gobierno. La realidad es que estaba HACIENDO TIEMPO para apoyar el relato de Feijóo en su intento desesperado por llegar a Moncloa y demostrar que no cedía a las exigencias de ese partido.

Algo huele mal, sin duda, en lo concerniente a Feijóo y su situación en el PP. Hablan de convocar un congreso ordinario (lleva sin celebrarse uno desde 2017 con Mariano Rajoy). En Génova 13 buscan responsables de lo sucedido en el Congreso tras la votación de la Mesa; señalan a Cuca Gamarra o Elías Bendodo, y se llevan las manos a la cabeza ante la descoordinación y el caos en la cúpula. Y luego tenemos lo de los pactos con VOX, porque según dijo el mismo Feijóo, cuando se llevó a cabo el pacto de gobierno de Castilla y León, él estaba recién llegado y eso pertenecía a la ‘era Casado’. La realidad es muy tozuda y pone frente al espejo al que miente: con Feijóo en el PP, se está cogobernando con VOX en Valencia, en Aragón, en Extremadura y en Baleares.

Si ya el discurso de la lista más votada se cayó por su propio peso en Extremadura y en cientos de pueblos y ciudades, no digamos del discurso de ‘voy a hablar con todos’ … (Con todos los que ha ido poniendo a caldo durante toda la campaña, con los que sólo quieren ROMPER ESPAÑA, también). Entiendo perfectamente que la escenificación de que Feijóo sólo tiene a los de Abascal es dura, pero es lo que hay cuando ya ha integrado en su ideario muchas de las propuestas de la ultraderecha. La soledad de Feijóo es tal que en sus conversaciones con los presidentes autonómicos sólo acuden los que pertenecen a su propio partido. Y ahí sigue, dando bandazos e insistiendo en el ‘YO HE GANADO LAS ELECCIONES’.

Si yo fuera persona cercana a Feijóo le diría ‘DEJA YA DE HACER EL RIDÍCULO’, anda. Si fuera una niña de corta edad le diría, sin duda, ‘A LLORAR A LA LLORERÍA’. Hubiese sido un gustazo poder mirar por un agujerito el encuentro entre el presidente en funciones, Pedro Sánchez y un Feijóo nervioso, pequeño, ensombrecido, mirando el reloj desesperadamente y pidiendo para sus ‘adentros’, por favor, que se acabe esto ya.

María García