Fiestas Populares

Los mantos de la fiesta del Pino

La primera Bajada de la Imagen de Nuestra Señora del Pino por el sistema de rampas se realizó por primera vez el 6 de septiembre de 1928.

José Luis Yánez Rodríguez Viernes, 01 de Septiembre de 2023 Tiempo de lectura:

 

En las crónicas de aquel año se destacó el que se realizara “con éxito admirable mediante un sencillo aparato por el que la veneranda imagen desciende lentamente como sobre una nube, desde su nicho al trono, y pasada las fiestas es ascendida de igual manera. Este acto ha resultado de lo más emocionante y solemne. El templo se ha visto lleno de bote en bote cuando se descendió la Virgen. La compacta muchedumbre de fieles que llenaba la basílica presenció, de rodillas, la conmovedora ceremonia. Asistieron numerosos sacerdotes. Después de cantada la "Salve" empezó la hermosa ceremonia y acompañado del órgano. Todo el pueblo cantó el hermoso himno del Pino. Desde este año, acto tan hermoso constituirá uno de los más interesantes de las fiestas religiosas de Teror”

 

Es emocionante ver como desde entonces ya se vislumbraba la emotividad de este acto que lo transformaría de la nada en uno de los más destacados de las festividades del Pino.

 

El 1 de septiembre de 1952, José Naranjo Hermosilla, pregonero de aquel año, anunciaba a través de las ondas de Radio Las Palmas este prodigio de la renovada Bajada de la Virgen a la tierra en un espectáculo sacro que evocaba con las siguientes palabras:

 

A tus pies, Señora, debemos pues esperar y, cuando bajes de tu altar mayor, seguramente experimentaremos un gozo semejante al que debieron sentir nuestros antepasados cuando te vieron en lo alto del Pino Santo.

 

Ese prodigio, señora -que nadie nos puede negar, porque no está lleno de razón ni de crítica, sino de devoción y de asombro ingenuo- es el mismo prodigio renovado que contemplaremos cada año en vuestro templo de Teror, cuando vuestra imagen parezca descender del cielo a nuestro valle de lágrimas, como un milagro de fe que es sólo el símbolo de nuestra sincera devoción a ti.

 

Porque ese rebajamiento de tu Imagen nos puede ser de gran utilidad; porque, aunque estés todo el año en tu altar, que es como estar sobre las nubes de la tierra, allá arriba en los cielos, nos parece que escucharás mejor nuestras súplicas en los días que estés aquí abajo, junto a nosotros, de manera análoga a como Dios Nuestro Señor, durante los años de su paso por la tierra, quiso colmar su amor por los hombres en el milagro de la resurrección de Lázaro, en la multiplicación de los panes y de los peces, en aquella del sirviente del centurión”

 

Ésta era la ocasión en la que hasta hace unos años, el pueblo podía comprobar cada año el Manto que se le ponía a la Virgen.

 

Las solemnes vestimentas de las Fiestas son en la actualidad cuatro, que se turnan cada año, sólo cambiado por diferentes eventualidades como las Bajadas.

 

[Img #10486]

 

MANTO VERDE

 

En las Fiestas del Pino de 1977, la imagen de la Virgen lució el traje verde que con motivo de su Coronación Canónica la habían vestido en 1905.

 

Al término de las mismas, los responsables de la parroquia consideraron que no se encontraba en las debidas condiciones para ser usado ya que el raso y los bordados en oro “no resistían más”.

 

Acercándose la celebración de los 500 años de la legendaria aparición de la Imagen en el Pino en 1981; debían irse ya trabajando en todo lo que pudiese organizarse en aras de darle al evento la mayor solemnidad posible.

 

[Img #10487]A ello ayudaban circunstancias como la de la presencia desde unos años antes en la Basílica de una figura como la de Paco Herrera, empeñado en realizar un Manto para la Patrona de la Diócesis, tal como había hecho en otros lugares. Además, contaba con la aprobación y el apoyo de la Camarera María del Carmen Bravo de Laguna, nacida el 16 de septiembre de 1901 del matrimonio de Cristóbal Bravo de Laguna y de la anterior Camarera María del Pino Manrique de Lara y Massieu. Estaba casada desde 1923 con Alejandro del Castillo, Ingeniero Industrial, alcalde de Las Palmas de Gran Canaria y Conde de la Vega Grande.

 

La Camarera había adquirido unos años antes la tela de seda natural verde en Francia, en los almacenes de Cristian Dior de Paris, pero no había surgido la ocasión de hacerlo.

 

A partir de 1977 se inicia la labor con la idea puesta en que con el nuevo traje, Nuestra Señora del Pino celebrara los 500 años de su legendaria aparición que se cumplirían en 1981.

 

En la trasera de la Basílica, en las dependencias surgidas tras la remodelación llevada a cabo a partir de 1970, Paco Herrera, el gran artífice de la idea al que llamaban “el decorador” de la Iglesia de Teror (fallecido en 2009) y un joven aprendiz Juan Carrasco (fallecido el pasado año) comenzaron la labor en el gran bastidor que tensó la parisina seda para comenzar a laborear sobre ella el encargo de Carmen Bravo de Laguna.

 

Durante meses se les pudo ver en distintos horarios trabajando en algo que era novedoso para la mayoría de los habitantes del mismo Teror y de toda la isla. Herrera reconocía que “el trabajo y bordado en oro en este tipo de ornamentos era una labor enorme y requería gran atención y concentración”

 

El nuevo Manto iba a ser el mayor de los que formaban parte del llamado “Tesoro de la Virgen” (3,35 metros de ancho por 3,50 metros de cola) pretendiéndose con ello un mayor lucimiento del trabajo realizado sobre la seda.

 

Francisco Herrera, formado en técnicas de bordado en la ciudad de Sevilla afirmaba que esta técnica concreta del bordado en filigrana se la habían enseñado las monjas del convento cisterciense de la Villa; aunque la técnica especial que manos monjiles del Císter de Breña Alta habían realizado en el clásico bordado relleno del Manto Celeste encargado por el Cabildo en 1962 ya no se realizaba por su gran complejidad.

 

En aquellos casi tres años el hilo de oro extra fino de Valencia; las cenefas de encaje encargadas directamente en Alemania; .las más de dos mil piedras preciosas sintéticas fabricadas en Austria; el kilo y medio de lentejuelas fueron colocados minuciosamente por maestro y aprendiz sobre la seda francesa en una labor que interesó a cientos de personas por lo extraño y al decir de algunos, por lo anacrónico, configurando una verdadera amalgama de materiales de origen europeo que se colocaría sobre la sevillana talla, por entonces recién remozada en laboriosa tarea de restauración.

 

[Img #10491]La pieza se terminó sin prisa y sin pausa, trabajando hasta en festivos en el verano de 1980 con un su coste total de 100000 pesetas. La tarde del 23 de agosto quedó expuesto para público lucimiento en la Basílica y al final vino bien el acabarlo pronto ya que de la intención inicial de que lo luciera al año siguiente con motivo de 500 Aniversario de la Aparición; pasó a decidirse que lo luciera en conmemoración de las bodas de diamante de la Coronación Canónica de la Virgen del Pino.

 

Todos los que tuvieron la oportunidad de pasar a ver aquel Manto del que se estaba hablando desde tres años antes pudieron comprobar lo que su artesano no se cansaba de pregonar: “el bordado formado por un laberinto de hojas y de trazados de oro, formando estrellas de ocho puntas, cuatro con trazos de otro, y las restantes sin nada”, el montaje en “tisú de plata francesa, completado con arabescos y lentejuelas que bordeaban las hojas” y la inscripción “Hecho en la Basílica de Teror” que reseñaba la autoría de Paco Herrera. En el altar estuvo unos días y luego en el salón parroquial .

 

Se bendijo en la función del domingo 31 de agosto y fue vestida con él por primera vez el jueves 4 de septiembre de 1980 y dos días más tarde entre anturios y gladiolos, Nuestra Señora del Pino lo estrenó en la Bajada desde el camarín.

 

El artesano Paco Herrera con la connivencia del párroco Isidoro Demetrio y del coadjutor Nicolás Monche afirmó querer dar aquel año con el acto del Descenso “una sensación etérea donde las flores van a dar la sensación de que están en el aire con cascadas de voladores que caerán del techo”. Además, la Imagen inició la Bajada desde la parte trasera del Camarín para alargar la escenificación y el lucimiento.

 

Lo conservó puesto hasta el Día del Pilar de hace cuatro décadas

 

Carmen Bravo de Laguna falleció el 16 de noviembre 1985, pasando el cargo de camarera a su hija Ana del Castillo quien a su vez encargaría la reproducción del famoso manto rojo en otro de igual color estrenado en el año 2003 cuando ya ella desgraciadamente había fallecido. Y de ella a la actual, Pino Escudero en esta línea de transmisión de cargos que nos viene desde la familia Pérez de Villanueva, primeros pobladores de Teror.

 

Vaya con este artículo mi particular reconocimiento a las tres, en este año en el que el ayuntamiento de la Villa reconoce con la Insignia de Oro a la actual su papel de herederas y transmisoras de fervor y tradición.

 

MANTO ENCARNADO

 

[Img #10489]Hace 21 años, las Fiestas del Pino trajeron un nuevo Manto para la Virgen y una nueva Camarera. Se trata de Pino Escudero del Castillo hija de Ana del Castillo que lo fuera desde 1985.

 

En las declaraciones realizadas al inicio de las celebraciones afirmó Pino Escudero del Castillo que “ser camarera en la Virgen del Pino es un privilegio impresionante. Es algo que, sinceramente, no me puedo explicar. En mi familia, la Virgen es un miembro más de la casa. Mi bisabuela, mi abuela y mi madre también fueron camareras de la Virgen del Teror. En concreto, lo primero que hago cuando llego de Madrid es ir a Teror a ver a la Virgen”

 

El manto rojo fue donado por su madre para reemplazar el otro dañado por el paso del tiempo, aunque nunca lo vio terminado.

 

Fue confeccionado por el bordador Francisco Herrera y es de un color rojo salmón fuerte, confeccionado en tejido producido por la fábrica valenciana Garín en urdimbre de seda natural de 4800 hilos y tejido a mano en telar de madera y trama de seda con metal plateado llamado guinda.

 

Fue vestido por primera vez el 4 de septiembre de 2002 y al día siguiente se celebró la Bajada de la Virgen del Pino, a la que asistieron cientos de romeros dentro y fuera de la Basílica, y en la que tardó veinte minutos.

 

EL MANTO BLANCO

 

[Img #10488]El Manto Blanco fue realizado en 1868 por las Hijas de la Caridad del Hospital de San Martín.

 

En el año 1932 fue restaurado, por el deterioro que mostraba, por las monjas del Císter terorense. Esta restauración fue pagada con limosnas que fueron entregadas Al párroco Antonio Socorro Lantigua por las familias de Josefa Domínguez Pérez, natural de Valleseco y vecina de la isla de Cuba desde donde remitió el dinero, y Santiago Ezequiel Rivero Yánez, natural de Teror.

 

Comenzando la década de los 80 del pasado siglo, la camarera doña Carmen Bravo de Laguna y, después de su fallecimiento, su hija y sucesora en el cargo, doña Ana del Castillo; encargaron una segunda restauración del Manto Blanco que había sufrido daños en las obras de reforma y consolidación de la Basílica de Teror.

 

Francisco Herrera, fallecido a fines de 2009 se encargó de esta restauración que realizó con 27 metros de tisú de plata fabricado en Valencia y un cuarto de kilo de oro, enriquecido por pedrería y lentejuelas de oro.

 

Durante el proceso de trabajo encontró entre el entre forro y tela, un papel con el nombre de todas las monjas que habían participado en su confección.

 

Paco Herrera añadió su propio nombre y los datos de esta segunda labor y volvió a colocar el papel dentro del Manto Blanco o “Manto de las Rosas”, como también se le conoce.

 

MANTO DE LOS PINOS

 

[Img #10490]En septiembre de 1778 el rey Carlos III proponía al Obispado de Canarias al cisterciense Fray Joaquín Herrera de la Bárcena –llegaría a la isla unos meses más tarde- y fue el que regaló a la imagen el llamado “Manto de los Pinos”, elaborado en tisú blanco (tela de seda entretejida con hilos de oro o plata), con pinos bordados en seda en colores verde y marrón.

 

Se confeccionó a mano en talleres valencianos y fue estrenado en la víspera del Corpus del año 1785, en la Bajada de la Virgen del Pino a Las Palmas (entre el 6 de abril y el 8 de junio de dicho año) por la falta de agua, el pulgón, la alhorra y el temor a la llegada de la peste desde la costa de África.

 

Desde entonces ha sido uno de los mantos más utilizados en la vestimenta de la Virgen, que lo ha lucido en muchas ocasiones, como en 1981 (por el Año Mariano y el Medio Milenio de la Aparición) o en 1983 (con motivo de los 200 años de la muerte del obispo donante) en que también fue trasladada al Convento del Císter de la Villa.

 

Se le puso por en el año 2003 y se retiró del turno de mantos hasta que en las fiestas de 2014 fue vestida nuevamente con el mismo y se reincorporó a este grupo de cuatro vestimentas de Nuestra Señora del Pino.

 

José Luis Yánez Rodríguez

Cronista Oficial de Teror

 

NOTA

ORDEN DE LOS MANTOS EN LAS DOS ÚLTIMAS DÉCADAS

2003

Pinos

2004

Verde

2005

Verde (Centenario de la Coronación Canónica)

2006

Blanco

2007

Encarnado

2008

Salmón

2009

Verde

2010

Blanco

2011

Encarnado

2012

Verde

2013

Blanco

2014

Encarnado (Bajada a Las Palmas)

2014

Pinos

2015

Verde

2016

Blanco

2017

Encarnado

2018

Pinos

2019

Verde

2019

Rogativas (Recorrido por los municipios afectados por el incendio)

2020

Blanco

2021

Rogativas

2022

Encarnado

2023

Manto de los Pinos

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