Agaete está en la espera (fotos)

Bailan las banderillas que engalanan las calles al ritmo que impone el vientillo de las fiestas, anunciando que Agaete  está en la espera.

Se amanece este tres de agosto con la barriga esconchabada, con la jiribilla apoderándose del cuerpo, y con el corazón anhelando que llegue la hora mágica en la madrugada.

Se vive la mañana en puro ajetreo, preparando el hogar para acoger a la familia y amigos, y se llenan las cocinas del olor del caldo y el hierba huerto, y el aroma de la carne mechada abre la puerta a la nostalgia.

A las doce en punto, iniciando el mediodía, Benjamín y Salvador estarán en el campanario de la iglesia de La Concepción, para con amor, hacer sonar las campanas, llenando a la villa de alegría festiva.

Saulo preparará El Solar, sin poder evitar emocionarse porque en nada tocará cargar al querido papagüevo.

Berta bajará hasta la ermita de Las Nieves, como si quisiera saber que todo está en orden para que Los Muchachos canten el bolero a la Virgen, y la Banda de Agaete que abrirá la Diana, Rama y Retreta, se afanará en los últimos ensayos, poniéndole todas las ganas al Quinto Levanta.

A medida que avanza el día, las calles serán testigos de los efusivos abrazos a los amigos que llegan. Se entretendrá la tarde llevando a los más pequeños a los puestos a comprar juguetes y golosinas y de paso, hacer la compra del turrón de La Moyera, para que el dulce no falte en la mesa.

Palpitará el corazón desenfrenado cuando la luna aparezca para iluminar la noche de vigilia, y se volverá a tocar en las puertas de las casas amigas para juntos brindar mientras se sigue en la espera.

No se parará de mirar el reloj mientras se recuerdan las viejas anécdotas y se soltará el vámonos ya, que ya llega.

Agaete está en la espera, ansiando que en la madrugada truene el volador,  para brincar y bailar con frenesí,  volviendo a recibir al deseado día de la enramada.

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