Ventana folclórica, hoy con Ángela Quesada Montesdeoca (vídeo)

Resaltar que dedicó parte de su vida, a trasmitir su sabiduría a muchas personas, ya que fue monitora de calado por la FEDAC en el aula de Gáldar.

Moisés Rodríguez Gutiérrez Martes, 18 de Julio de 2023 Tiempo de lectura:
Ángela Quesada MontesdeocaÁngela Quesada Montesdeoca

Ángela Quesada Montesdeoca conocida popularmente como “Angelita”, que ha dedicado su vida al oficio artesanal y tradicional del calado. Ella y algunos miembros de su numerosa familia se dedican al calado, prueba del buen hacer de nuestra entrevistada es la gran escuela, que han logrado calar, en la zona norte de Gran Canaria “Angelita” y una de sus hermanas. Es artesana avalada por la FEDAC hecho este bastante simbólico, ya que reúne los requisitos para tener el carnet de artesana.

 

Cabe resaltar que dedicó parte de su vida, a trasmitir su sabiduría a muchas personas, ya que fue monitora de calado por la FEDAC en el aula de Gáldar.

 

A lo largo de su vida ha recibido algunos reconocimientos por su vinculación a este oficio artesano, lo que deja entrever el buen hacer que ha ejecutado a lo largo del tiempo.

 

 

Dentro de las actividades artesanas tradicionales de Canarias los calados siguen siendo considerados como uno de los trabajos más delicados y minuciosos del sector artesano. Podemos añadir, sin miedo a equivocarnos, que el calado ha sido la labor artesanal con mayor proyección en los mercados internacionales (Inglaterra, Estados Unidos, y en menor medida, Alemania y Francia). A lo largo del siglo XX, a pesar de la competencia extranjera (escosesa, madeirense y japonesa), esta producción logró mantenerse gracias a la mano de obra barata y femenina de los sectores populares más desfavorecidos. Así el intermediario y empresario aportaba la tela y compraba el producto final, la repartidora que servía de enlace con el empresario repartía las telas una vez marcadas y las caladoras realizaban el trabajo. El otro modo de producción era por encargo, donde el cliente daba la tela a la caladora a la vez que se acordaban un precio. Ya en la década de los años sesenta del siglo XX, la transmisión de conocimientos y el mantenimiento del oficio de caladora jugó un papel relevante en los Talleres de Artesanía creados por la Sección Femenina en las distintas islas del Archipiélago. Situación que podemos transportar a nuestros días con la creación de Talleres de Empleo y Casas de Oficios.

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