Pinito en su horno. Foto de Rafa Sosa CruzLa villa de Agaete recibía este domingo, la triste noticia del fallecimiento de Pino Alemán Suárez, “Pinito la del pan” como era conocida popularmente.
Una mujer trabajadora, honesta, servicial, generosa y con unas manos sabias para amasar lo que después sería el rico pan o los sabrosos y golosos garapiñones, los queques que se devoraban en la merienda o los mantecados que degustaban en Navidad.
Con Pinito se va toda una época de Agaete, en la que primaba las puertas abiertas de las casas y la confianza municipal.
En la madrugada, Pinito repartía el pan, y Anita la leche, y que gusto desayunar con ese pan calentito y la leche hervida.
Cuando encendía el horno, la Villa Arriba se llenaba de olores que alimentaba. Siempre estuvo dispuesta a abrir las puertas de su casa, teniendo los encargos preparados en tiempo y forma.
El aroma de su pan, el sabor de sus garapiñones, siempre formarán parte de Agaete.
Descanse en paz, Pino Alemán Suárez.
































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