
Como cada quince de mayo, San isidro de Gáldar celebró el día grande de las fiestas en honor al Santo Labrador, en un ambiente familiar.
La estampa de los abuelos cogidos de la mano de sus nietos, visitando la feria de ganado, y después los puestos de juguetes y golosinas, reflejaron este ambiente de fiesta familiar.
Y la devoción al patrón, se volvió a mostrar con la iglesia llena y el acompañamiento vecinal en la procesión.
Como manda la tradición, se disfrutó del desfile del ganado, con la entrega de premios a los mejores ejemplares.
Se saludó a los amigos y con ellos se compartió la visita a los bochinches, para gozar del huevo duro acompañado de la caña fría de cerveza, recordando los buenos momentos festivos compartidos.
En las casas se volvió a compartir el almuerzo familiar, entre risas y buena comida, y con el recuerdo siempre presente de los que ya no están.
Y por la tarde, volvió la diversión a las calles, con la alegría de la batalla de flores, con niños y adultos, soltando adrenalina, gozando de las fiestas que ya se despiden hasta el próximo año.
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