
¡Atención, atención! ¡Los gordos sabemos que estamos gordos! Sí, siento quitarles la ilusión, pero lo sabemos. Y también sabemos que no es sano, que muchas enfermedades y patologías se derivan de esta condición, de los kilos de más. SI, así lo escribo en mayúsculas para que se entienda alto y claro: ¡sabemos que estamos gordos y sabemos que es malísimo para la salud! Una vez aclarado este punto, procedo a contar algo que me pasó recientemente.
Me pillé un catarro que derivó en bronquitis. Como cientos de miles de personas en estas últimas semanas, cosa de la primavera, la calima, etc…¡No! Según el facultativo que me atendió en el centro de salud X es porque estoy gorda. Por eso me he cogido una bronquitis de escándalo que me ha tenido casi tres semanas tosiendo.
Aquella persona desde que me vio entrar por la puerta centró toda su atención y todos sus diagnósticos en mis kilos de más. Que sí, que los tengo y muchos, lo sé, no necesito que una persona, por mucho que lleve bata blanca, me lo diga.
¿Qué tienes un montón de migrañas y tomas un montón de tratamiento? ¡Todo esto engorda muchísimo y solo va a hacer que empeores tu situación de gorda! ¿Y qué hago señora? ¿No me trato la migraña para no engordar más?
¡Pero cómo tomas antinflamatorios, corticoides y triptanes que todo eso sube la tensión y además engorda! ¡Uy perdón que le moleste el tratamiento que para mi enfermedad crónica me ha puesto una especialista! ¡Pido perdón por no querer vivir todos los días de mi vida con dolores de cabezas incapacitantes!
Y así todas y cada unas de las cosas que trataba explicarle, todo se resumía a que estaba gorda. Además de tener ya cuarenta años y estar pálida… Así fue la consulta médica, me pautó una cita para control de peso sin escuchar que eso ya lo estoy haciendo, al igual que dieta estricta, y determinó que soy hipertensa ( cuando mi tensión normal suele ser de 11/6 y solo se me sube en momentos de mucho estrés) por gorda. ¡¡¡Cri, cri, cri….!! No había manera de explicarle nada, ni de que me escuchara. Total, si todo te pasa por gorda.
Así es como, señores, en ocasiones, la gordofobia lleva bata blanca.





























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