La Aldea dice adiós a su ultimo chófer histórico, Paco Matoña que falleció a los 104 años

Francisco Suárez del Pino, conocido por Paco Matoña, falleció en la mañana de hoy en La Aldea a los 104 años de edad y próximo a cumplir los 105, tras una ligera indisposición pues gozaba de buena salud. Su cuerpo será velado en el tanatorio del Cementerio de Artejévez donde mañana se enterrará a las 12 horas. InfoNorte transmite el más sentido pésame a su familia sobre todo a sus hijos Ángela, maestra en ejercicio y directora del colegio de La Ladera y Paquito Suárez Espino funcionario municipal jubilado, a sus nietos y a su yerno, Sergio Rodríguez Almeida, durante años concejal del ayuntamiento aldeano y administrativo de COAGRISAN.

Don Francisco Suárez del Pino, también conocido como Paco el de Sabia (su madre) era hasta este momento una de las personas más longevas que ha tenido este municipio, como lo fueron sus hermanos Celestino (102 años) y Juan (104). Pasa a la historia local e insular por su dedicación durante decenios al transporte público, primero en el discrecional y luego como uno de los primeros taxistas. Es recordado por su prudencia al volante, sin ninguna multa por infracción de tráfico, ni accidente y por su puntualidad inglesa y pulcritud en sus vehículos, el primero un vistoso Cadillac 314-7 de 1927 (GC 2140) y el último otro modelo histórico el Mercedes 240 D (GC 1801H).

La interesante historia de Suárez aparece en varias publicaciones del cronista Suárez Moreno tanto en el libro de Tasarte, territorio tiempos y gentes (2021: 286) como en el ensayo publicado en Crónicas de Canarias nº 14, (2018: 246) sobre comunicaciones y transportes de donde InfoNorte extrae este breve referencia como homenaje a este histórico conductor que no solo se lleva su profesionalidad sino el afecto de los miles de pasajeros que transportó por aquellas peligrosas carreteras donde este conductor inspiraba la máxima confianza. Esa historia automovilística va vinculada inicialmente al recordado vehículo que le dio el sobre nombre de Matoña, que ha pasado a sus hijos y con orgullo familiar: un lujoso Cadillac 314-7 que el ex alcalde de Las Palmas Juan Rodríguez Quegles vendió en 1946 a su tío Nicolás Suárez Suárez y que nada más llegar a La Aldea se le bautizó como La Matoña, nombre familiar de la niña María Antonia Suárez Espino, una hija de este conocido personaje y exportador de tomates que fue alcalde de La Aldea como más tarde lo sería su hijo Celestino Suárez. Suárez encargó a su apreciado sobrino Francisco Suárez del Pino, con poco más de 20 años, en enero de 1946, a sacar del garaje del palacete de los Rodríguez Quegles en la calle Pérez Galdós de Las Palmas aquel Cadillac adquirido por 18 mil pesetas, que a pesar de sus años era un coche nuevo de brillantes niquelados un alta gama de la serie 314-7, Passenger Sedan; con motor de 5,173 cm³ de 2 válvulas por cada uno de los 8 cilindros; de gasolina, con potencia de 31 CV, capaz de impulsarlo a 129 km/h.. Y que de un palacio y calles asfaltadas se fue a transitar por las kilométricas y polvorientas carreteras de La Aldea pero más cuidado que nunca por el prudente y siempre elegante chófer.

La Matoña se destinó a transporte de pasajeros por la comarca y de La Aldea a Las Palmas en el contexto denominado entonces “coche pirata”, frente a la concesión oficial de los coches de línea o coches de hora; conducido siempre por Francisco Suárez del Pino quien, en 1955, lo compra a su tío y continúa prestando el mismo servicio de transporte de pasajeros, en perfecto estado de motor y de chasis con relucientes niquelados y neumáticos siempre limpios. Pero el excesivo gasto de gasolina de aquel «16 válvulas» le obligó en 1958 venderlo a Juan Hernández Rodríguez, el Zapatero, de Tasarte, y prestó servicios a viajeros entre Tasarte y pueblos limítrofes de pistas aún más difíciles hasta finalizar desguazado en un solar de El Huerto-La Ladera, siempre querido pues en él tantas personas fueron por primera vez a Las Palmas, a los pueblos del interior o a las populares de entonces «giras de la vuelta a la isla».

Entonces nuestro personaje se hizo con otro vehículo, también usado pero de alta gama un Buick de los años de la posguerra, GC 7505 que también la gente del pueblo lo bautizó con otro nombre: el Río Frío por su parecido al que se ve en la película del mismo nombre, que lo tuvo de 1958-1970 aunque también lo denominaban como La Matoña. Suárez continuó con otros vehículos cubriendo el servicio de pasajeros entre las Palmas y La Aldea con Peugeot 404, de 7 plazas (GC 32531) que estacionaba por la zona de Camino Nuevo y por ultimo con un Mercedes 240 D (GC 1801H) ya con parada de taxis en La Aldea, hasta su jubilación, tras casi 40 años de ejercicio de la conducción de pasajeros.

Fotografías de albúm familiar.