En Gáldar no se han ganado las dos últimas elecciones, por casualidad

A mí personalmente me ha parecido verlo en este pueblo de Gáldar, y creo que no ha sido por casualidad; entre otras cosas porque en política nada ocurre por casualidad. Para mí, hoy por hoy, una de las claves muy importantes para ganar unas elecciones, está en el marketing político y la comunicación; todo es cuestión de articular los tres elementos que se consideran esenciales; el candidato, el programa y la estrategia. La campaña debe empezar desde el minuto uno de la legislatura, y los responsables de la misma deberán trazar un guion, con sus pasos, los tiempos, los mensajes, el programa y, desde luego, la estrategia general.

Aquí en Gáldar, se ha dado un liderazgo real y auténtico del candidato, tanto, a mi juicio, en el entorno de su propio partido, como hacia el exterior; yo personalmente, he llegado a la conclusión, de que hemos estado ante un líder que ha sabido transmitir con eficiencia y que ha demostrado y sigue demostrando, ser un candidato fuerte, sólido, carismático, fiable y confiable; que además ha hecho ver al electorado de que tiene un conocimiento amplio y profundo de los problemas que afectan a su pueblo, y de las soluciones, y que, como no podía ser de otra manera, también creo, que ha sido muy disciplinado con el equipo asesor de la formación a la que pertenece.

Me pareció ver, y me lo sigue pareciendo actualmente(lo llevo observando desde las dos últimas legislaturas, cuando en ambas, sorprendentemente sobrepasó la mayoría absoluta), a un candidato muy fuerte con horizonte claro, conociendo a fondo lo que trataba de gobernar. Por tanto, he visto a un líder, que aspirando a ganar sus elecciones comenzó por aparecer como el mejor gobernante posible. Tenía la respuesta adecuada para cada problema; lo que era el primer paso para poder aspirar a ganar; incluso a ganar con una ventaja más que solvente; lo que finalmente consiguió ante la sorpresa de muchos; y entre esos muchos, la mía propia.

Tengo clarísimo de que su equipo asesor, como no podía ser de otra manera, era consciente de que el mensaje era la base para el triunfo o derrota de sus oponentes; porque el mensaje constituía el eje de la estrategia electoral. El mensaje fue capaz de transmitir al electorado, no sólo que se conocían los problemas y cómo solucionarlos de manera eficaz, sino que esos votantes fueron persuadidos, se lo creyeron y actuaron, como finalmente se vio, en favor del candidato.

Las reglas de la propaganda política dicen que un mensaje debe ser claro, fácil de entender y que hay que repetirlo sin descanso y creo que así lo hizo; y que, como estrategia general, dispuso de un tema central supeditado a otros factores colaterales. La estrategia, me ha parecido, que se fue construyendo a partir de una columna vertebral, que estuvo bien definida de antemano. En el trazado de la misma, el candidato y su equipo marcaron sus tiempos en todo momento; y ni tan siquiera, ante las arremetidas de los adversarios, llegaron a ponerse nerviosos; y ello, porque eran conscientes de que quienes marcaban los tiempos siempre irían por delante. Esos tiempos, por supuesto, los marcaban y definían, a través de los mensajes, en las apariciones públicas, en la transmisión por los medios de comunicación, marcando su propio camino, lo que ha sido, a mi modo de ver, la clave fundamental de su triunfo electoral.

La estética de la campaña, fue otro de los puntos cruciales de esta contienda electoral. En un mundo dominado por la imagen, un diseño atractivo, transmite tanto como las palabras que lo acompañan, se ayudan y fortalecen y esto lo tenía bien claro, su equipo de campaña.

De todo lo expresado en este escrito, se desprende, así lo creo yo, que el resultado que se dio en las dos elecciones anteriores, fue más por méritos de esta formación política, que por deméritos de sus oponentes. Y ahora mismo se está actuando, por parte de esta formación política, de la misma manera; o sea que cuando se abra la campaña electoral, cuando los oponentes vayan, los actuales mandatarios vendrán.Gáldar, a 29 de Abril de 2022

Juan Reyes González