En Arucas ha muerto un poeta
En Arucas ha muerto un poeta y nadie ha dicho nada: ni sus amigos más directos se han atrevido a publicar, de momento, unas líneas (acaso la sorpresa los haya paralizado); ni la ciudad oficial, que no sé si se ha enterado.
¡¡Malos tiempos para la Lírica!!
Bien es verdad que Luis Alberto Henríquez tenía su peculiar forma de ser. Quizás por eso sus herméticos versos nos hablaban de otra manera. No llegué a tratarlo: solo lo veía pasar. La última vez, bueno, después se convirtió en la última vez, nos cruzamos por la Avenida de Visvique en sentidos opuestos.
Hasta que un amigo me habló de su inesperada desaparición.
Cuando publicábamos la revista Litteraria, tiempo ha, llegaron a mis manos unos folios grapados con sus poemas, que no sé si después encontraron la luz en un posterior libro. Algunos de sus textos llegamos a publicar y recuerdo, vagamente, su magia verbal. Sin embargo, allí, en aquellos folios había algo: no sé el qué. Hace ya casi un mes que nos ha dejado y nadie ha escrito sobre él. Yo, desde luego, no soy el más indicado.
Ojalá que sus amigos más cercanos, en otros momentos más oportunos, nos cuenten cómo era, qué escribía, qué pensaba… Aunque tengamos que esperar, valdrá la pena que sus compañeros nos devuelvan las palabras que no llegamos a comprender de Luis Alberto Henríquez.
Poeta.
Juan FERRERA GIL
































Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.32