Abandona el Negrin por no ser atendido tras horas de espera en urgencias

En solidaridad con quienes estaban desde la mañana a la tarde en los pasillos. 

Se ha normalizado que pisar Urgencias del Hospital Negrín, en la capital grancanaria es sinómimo de horas y horas de espera para poder ser atendido y hacerse pruebas pertinentes. En parte tenemos la culpa los usuarios que pagamos bastante en nuestras correspondientes nóminas para el Servicio Canario de Salud.

En el día de ayer un ciudadano de esta comarca norte de Gran Canaria tuvo que acudir, por recomendación de su médico de cabecera, ahora de familia, para que se estudiara su situación de salud, pero casi la pierde esperando inútilmente, sin saber qué política se sigue a la hora de ser atentido por cualquier doctor o realizar cualquier prueba, para lo que precisamente se acude pues muchas de esas pruebas no se realizan ni en Centros de Salud ni CAE. Veía cómo nada avanzaba, la docena o veintena de usuarios esperaban también para ser llamados y ésto no ocurría a pesar de transcurrir toda la tarde. Eso amén de las camillas con personas muy mayores de edad , acompañados por un familiar, en pie…

Pues el caballero de nuestra historia, que acudió por una subida de fiebre inusual durante meses, en ver lo que sucedía se dirige a una de las enfermeras que entraban y salian por la puerta que se supone debería ser desde donde fueran llamados los usuarios del SCS, pidiendo explicaciones sobre las anomalías, le responde que sí se estaba llamando, cuando todos eran testigos de lo contrario, máxime atendiendo a una señora que acababa de llegar y que “tenía fatigas por el dolor”, ¿entonces quienes no tenían nada urgente tenian que esperar semanas? Pues que pongan más personal para que se agilicen al máximo los trámites a realizar, pensando sobre todo en los más mayores, que si entran normales salen enfermos de todo este molimiento, a veces sentados en el pasillo, en sillas de ruedas o en camillas, unos mirando hacia otros y nada sin resolver.

A la vista de todos, el señor dice que se larga, que abandona el hospital sin que le digan siquiera las pruebas que le realizarían, en protesta por no ser atendido él ni el resto de enfermos que estaban allí, unos desde las 9, otros de las 11 de la mañana, y ya eran más de las 5 de la tarde.

En su camino hacia la salida se encuentra a otros empleados del hospital y le comenta su decisión y todos se limitan a decir que “esto es así”, que al menos 4 horas hay que esperar. ¿Lo tienen asumido o es una imposición? Pues los ciudadanos no deberíamos permitir ésta aberración, esta normalización de una injusticia, y exigir la puesta en marcha de políticas que agilicen al máximo la estancia en el centro hospitalario. Eso sin tener en cuenta el Covid-19 en un lugar sin ventilación alguna, al menos donde más tiempo permanecen los enfermos.

Con todo esto no queremos poner en duda la profesionalidad del equipo sanitario, que cuenta con extraordinarios trabajadores, “de todo hay en la viña del señor”, y nos dirigimos especialmente a las altas esferas que están gobernando en pro de nuestra salud para que se pongan las pilas, y no resulte que están jugando con ella y nos están tomando materialmente el pelo, no podemos aceptar esto como borregos, de ninguna manera, sino alzar la voz y los medios que tengamos para que nuestros mayores sobre todo no pasen por este suplicio, ya que tienen enfermedades crónicas e incluso irreversibles, y darles la máxima calidad de vida, no quitársela.

Juan Ruiz Tacoronte