PHOTOTEX: "Sombras"

La mañana vino acompañada de las sombras. Con aquellas tinieblas matutinas, la negrura no llegaba a afianzarse. Allí, desde aquella azotea, miramos al cielo y la iglesia se mostraba imponente; al lado, la vecina palmera imitaba las torres erguidas que penetraban en el cielo mezclado de nubes y claridades, donde la luz se adivinaba en su lucha por alcanzar a toda la ciudad.

El paisaje que muestra la imagen surge como si estuviera aprisionado entre una malla metálica y una estructura transparente, como para que la luz entre en la casa vecina sin pedir permiso. Pero hay que dejarlo bien claro: la mirada se expande por todos los sitios y la cámara capta apenas un espacio determinado que nos invita a traspasar. A veces creo que algunas de las imágenes son casi metáforas. Y digo casi porque solo soy un aficionado; y les confieso que esto de ser imperfecto tiene su aquel.

¡Benditas azoteas! Nos ofrecen no solo una visión omnisciente de la existencia sino que, desde su misma elevación, nos indican cuán pequeños somos. Son las azoteas lugares de encuentro y de miradas renovadas que, en ocasiones, casi taladran el cielo, tan cambiante.

En realidad, yo solo quería destacar las sombras de aquella mañana que se resistía.

Y la ansiada luz parecía no encontrar su momento rompedor.

Juan FERRERA GIL