Planificación y gestión de recursos públicos

“Quién no se mide no mejora”

La política que realmente impacta se sostiene en la gestión pública. Es por tanto, un concepto importante en constante evolución que hace necesaria una irrenunciable planificación estratégica.

Hoy podemos constatar que la gestión de recursos públicos está inmersa en un escenario de cambios de todo tipo, económicos, políticos, sociales, que precisan una adecuación de los recursos humanos y materiales de las organizaciones públicas, como se ha ido poniendo de manifiesto en los últimos tiempos, haciendo necesario el aporte de nuevos enfoques y nuevas técnicas, siendo una de ellas la planificación estratégica, proceso que busca entender y acercarse al entorno social al que va dirigido, para determinar el desarrollo de un país, a la vez que permite importantes avances en el funcionamiento de las diferentes administraciones. En estos últimos años la planificación estratégica es fundamental para planificar, actualizar y adecuar las necesidades de la ciudadanía, para ello, también se hace imprescindible, contar con partidas presupuestarias suficientes que hagan posible su ejecución económica optimizando y maximizando los recursos para garantizar el cumplimiento de los objetivos.

Durante la ejecución de estas técnicas de planeamientos se pueden encontrar dificultades, pues se hace necesaria la voluntad política y el necesario estudio o planeamiento para llevarlo a cabo, además de la disponibilidad de recursos económicos y humanos que harán posible controlar el proceso de principio a fin. 

Definir desafíos y objetivos de las diferentes organizaciones públicas no puede ser, solamente, un esfuerzo de un equipo de gobierno o de un determinado grupo de personas. Disponer de expertos en las diferentes áreas es necesario para la planificación, ejecución, seguimiento y posterior evaluación los mismos.

Teniendo en cuenta la resistencia a los cambios que los colectivos que forman las organizaciones públicas, un mayor acceso a las mejoras, organización del trabajo y cursos especialización, no centrando al personal en una sola actividad. Pero entre todo esto también debería procurar la eficiencia en los objetivos de desarrollo a los que aspira la sociedad, de igual manera debería enriquecer la función pública. De este modo el enfoque del gobierno está encaminado a la elaboración de planes, establecer unos objetivos y seleccionar alternativas para que sus resultados impacten en la sociedad , estableciendo prioridades de acuerdo a los requerimientos y demandas de los grupos sociales que interactúan en la comunidad.

En definitiva los desafíos en la planificación y gestión de recursos públicos es muy amplio, pero muy necesario, beneficioso para el estado, para la sociedad en su planeación y desarrollo .

Hemos observado como la pandemia ha sido capaz de alterar los objetivos, las estrategias, alterando totalmente el modelo de administración pública, modificando el análisis del entorno para identificar las oportunidades o amenazas que se vislumbran en el futuro.

El mundo, y por supuesto nuestro país, viven una época de cambios en la gestión pública, lo que nos obliga a salir de nuestro espacio de confort haciendo necesario introducir grandes cambios en la gestión por otro modelo, donde el gestor público trabaje por la eficacia, que hará posible cumplir objetivos y tareas planteados, eficacia en el buen manejo de los recursos que se vayan a gestionar, pero sin olvidarse de la idoneidad de los mismos, pues ello determina su impacto positivo en la sociedad.

Se puede concluir que los estados son entidades de servicios, garantes de los derechos establecidos, que deben situarse en la consecución de incrementos de los mismos, actualizando sus coberturas y generando nuevas sinergias propuestas por la misma sociedad que cambia de forma permanente hacia principios que establezcan la igualdad como objetivo deseable en detrimento de las desigualdad sin que ello signifique menoscabo de la calidad.

Por ello se hace necesario organizar el capital humano, con una formación permanente que lo haga posible, convirtiendo a cada uno, en su área, en un verdadero especialista.

Tener expertos en la áreas necesarias, permitirá planificar con mayores garantías de éxito, dotando a las administraciones públicas de una clara mejora de la calidad y prestación de los servicios que gestiona, además de crear conciencia de que dichos servicios deben sufrir transformaciones dando opción a la ciudadanía a participar de los mismos lo que aportará una mejora en la percepción de ellos.

Leticia Armas Guzmán