ESCAPE ROOM

Opinion

Raquel Hernández SánchezBienvenidos a la habitación de la vergüenza. Sí, como la del pánico, pero más aberrante.

Mi habitación se encuentra desordenada. Los pensamientos reprimidos, esparcidos por todo el suelo; la culpa se amontona encima de la cama y se han convertido en un ovillo los miedos al fracaso.

Las estanterías están cargadas de libros de incertidumbre que chocan los unos con los otros a punto de caer al suelo y un pequeño hedor a síndrome de la impostora ha penetrado en las paredes de la habitación.

La ventana y la puerta se han cerrado a cal y canto después de haber permanecido tapiadas durante años.

En ocasiones me castigo en esta habitación, me acurruco con la pesadumbre y me abrigo con el conformismo, abrazando su calor, e imagino el ambiente gélido fuera de aquellos cuatro muros.

El sopor no es agradable, pero aquella es mi vergonzosa habitación.

Raquel Hernández Sánchez


 


Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.50

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.