Opresión machista

Luis G.R., corresponsal en Oriente Medio.

Una persona anónima me pone en conocimiento de las terribles consecuencias sufridas por una joven árabe, Amina, debido al régimen extremista religioso de su país.

Después de verificar la información, me obligo como periodista en darlo a conocer al mundo, como denuncia, para que los estados se impliquen más en apoyar a las Organizaciones Humanitarias en su lucha por Los Derechos Humanos.

Esta historia es un breve y claro ejemplo de lo que sufren las mujeres cuando están sometidas a un régimen opresor machista: “Ella ve como su vida se desmorona, no puede oponerse a ese casamiento. Su padre manda en su vida. Por más que suplica, es inútil. La casaron inmediatamente a exigencias del novio.

Después de la ceremonia, en un momento en que pudo quedarse sola, no se sabe cómo, se escapa, ayudada por alguien. Fue buscada durante días por gente afín al marido y por sus dos hermanos mayores.

Al fin la encontraron en la frontera del país vecino, en un pueblecito de las Montañas, junto al muchacho que ella ama, que también quería huir de la opresión del régimen. Se supone que fueron ayudados por una sociedad humanitaria occidental, que opera en la clandestinidad. La llevaron ante un tribunal, acusada de adulterio, sin pruebas por supuesto, sólo la palabra del agraviado esposo y tres amigos de éste . La condenaron a sufrir cien latigazos y una pena de cárcel; al chico, sólo una pena mínima. Después de salir de la cárcel, fue repudiada por su marido, por lo que se convirtió en una afrenta para su familia. La tuvieron encerrada en su habitación, muy vigilada. Pero esto no fue obstáculo para volver a escapar. Así lo hizo, ayudada también por alguien vinculado a la organización humanitaria, según fundadas sospechas de las autoridades.

Sus hermanos la buscan, pero ahora para matarla por haber mancillado el honor de la familia, código fanático y medieval, implantado por una sociedad opresora y machista que vulnera los derechos fundamentales del ser humano incidiendo escarnecidamente en las mujeres”.

Envío esta crónica en esta madrugada para su publicación a primera hora de la mañana. Mi vuelo sale dentro de poco. Ni el destino ni la línea de vuelo puedo revelar. No quiero ni puedo estar ni un minuto más en este país donde se saltan todos los derechos humanos, en particular los de las mujeres y las niñas.

Soy una de las personas sospechosa de la desaparición de Amina y pueden detenerme de un momento a otro.

Nota de la redacción:

Está crónica fue recibida y publicada el 5 de octubre de 1990. El informe de una investigación policial posterior confirma que el periodista nunca salió en esa fecha desde ningún aeropuerto constatado del Medio Oriente a nuestro país ni a ningún otro. Desaparecido.

Según una nota de la Organización de Derechos Humanos la joven Amina está a salvo en un país occidental desconocido.

Texto e ilustracion: Juana Moreno Molina