El pasado viernes, día 5 de noviembre, se aprobó la ordenanza de recogida de Basura o Residuos Sólidos del municipio de Arucas en el pleno extraordinario celebrado a tal fin. Una Ordenanza fiscal por la que se impone una tasa que, a nuestro juicio, aumentará las desigualdades entre los aruquenses en el peor momento en que las economías familiares y empresariales sufren graves problemas de liquidez.
Coalición Canaria de Arucas, manifestó que no es el momento más oportuno para la implantación de esta tasa, en medio de una situación calamitosa de crisis económica y social como la que estamos viviendo. Nuestro grupo político calificó de inoportuna dicha decisión y tachó de insensibilidad social al grupo de gobierno PSOE-PP por introducir de forma precipitada, una cuestión de tanta trascendencia sin disponer aún de la documentación precisa e imprescindible para poder consensuar entre todos una decisión de elevado calibre, ya que por ejemplo, no se ha realizado aún un diagnóstico serio del funcionamiento actual del servicio y tampoco se ha tenido en cuenta los modelos de proyectos de gestión de dicho servicio existentes en la FEMP y FECAN adaptables a nuestro municipio.
Además, la Ordenanza Fiscal Reguladora de la Tasa de Recogida de Basuras no aparece como tal en el programa de Gobierno, como tampoco se incluyó en los diferentes programas electorales de las fuerzas políticas que concurrieron a las elecciones locales de 2019 en el municipio de Arucas.
Tampoco figura en la documentación del Plan de Impulso para la Reactivación Económica del Municipio del pasado 4/05/2020, ni en el documento consensuado por todas las fuerzas políticas presentes en la Corporación titulado Plan de Reactivación Económica y Social de 10 de junio de 2020.
Que sepamos no existe actualmente entre la ciudadanía de Arucas la menor objeción al sistema de financiación de este servicio, pero sí existe un profundo y generalizado malestar a su pésima gestión y funcionamiento. Son dos cosas bien distintas que conviene analizar y debatir por separado. Además, no entendemos cómo es que este servicio en dos años se ha mermado drásticamente en eficacia, en sólo dos años, cuando el contrato en vigor sigue siendo el mismo. El único cambio que se ha registrado en estos dos últimos años es un deterioro manifiesto en su funcionamiento debido a la pésima gestión del mismo. El grupo de gobierno PSOE-PP ha perdido toda credibilidad sobre este particular y nos parece irónico que encima reconozcan explícitamente en los consejos de barrios que no pueden garantizar con esta subida que se mejorará el servicio ya que “también depende de las actuaciones cívicas”.
No todo en la vida se soluciona con dinero. Y es que el grupo de gobierno municipal carece de un proyecto integral de limpieza para Arucas que comprometa de verdad a todos los vecinos en la higiene y salud de su entorno reduciendo los residuos mediante la adopción de buenas prácticas (separación, reutilización, reciclaje, contención del consumo, etc.), promoviendo y bonificando el civismo y estimulando la cooperación y el voluntariado medioambiental. Y para aquellos casos residuales de incivismo (que también existe) más vigilancia, un régimen sancionador que funcione y más educación permanente que modifique de forma consciente las conductas y comportamientos insolidarios. Somos conscientes de que no existen soluciones fáciles, pero si se garantiza un servicio bien gestionado de restirada de basura, no existiría tanto malestar en la ciudadanía por la implantación de esta tasa.
Así mismo creemos que se podría haber actuado mucho antes, previsoramente como debe hacer todo gobierno prudente, con tiempo suficiente, para realizar un análisis y un estudio serio que permitiese abrir un debate profundo sobre el modelo de gestión que Arucas necesita (tanto si es externalizado como remunicipalizado, sin descartar otras alternativas viables). De forma que se pudiera optar por la fórmula de gestión más adecuada a nuestra situación y a la vez concitar consensos y compartir decisiones.
Y en relación con este tema, abordar el estudio del modelo de financiación que sería el más adecuado a las circunstancias de Arucas en muy tiempos difíciles. Un municipio que paga en IBI (valor de la vivienda) unas cuotas de las más caras de España. En Arucas los valores catastrales se sobrevaloraron durante la época de la burbuja inmobiliaria y aún no se ha solicitado una revisión catastral para ajustar a la realidad de estos tiempos el recibo del IBI y de otras tasas e impuestos pensados para otras épocas de bonanza.
También se podría haber estudiado con todo lujo de detalles las razones de la subida de los costes del servicio y si existe otra posibilidad, otra alternativa de racionalizar mejor esas cifras sin afectar a la calidad del servicio que debe ser superior. A nuestro juicio, la elevación de los costes del servicio (salvo la tasa del vertedero insular) no está suficientemente aclarada ni justificada. Un aumento del 5% de la población de Arucas (como se ha expuesto en ese ridículo folleto publicitario que han buzoneado por toda Arucas) no justifica la implantación de una tasa, ni el deterioro que sufre el servicio en este momento. Es difícil entender, por qué hace dos años con parecida población que ahora y con los mismos trabajadores que ahora el servicio de recogida de basura era mucho mejor.
A todo ello añadimos, para acabar, que resulta paradójico que un municipio que acumula un remanente de 3.5 millones de euros en 2020 y que recaudó en ese mismo año por IBI cantidades tan respetables como casi 7 millones de euros, nos vengan ahora con tanta prisa a imponer una tasa en tiempos de recuperación.
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