Microrrelatos: "El mercadillo"

Los mercadillos que se instalaban en los pueblos tienen un atractivo que van calando en las personas que los visitan, unos por mera curiosidad y otros en busca de cosas extrañas u objetos de tiempos pasados que ejercen una especial atracción por su dualidad de ser deseados o por magia que emanan.

Al principio cuando se entra en ese mundo, se hace para pasar el tiempo y vas observando el ir y el devenir de personas que parecen deambular de forma muy distinta a los demás visitantes de otros puestos. Su caminar y mirada están fuera del tiempo al contemplar objetos que no son del presente sino del pasado, que tienen algo más allá para los cuales fueron creados y que han asimilado parte de la esencia de sus hacedores o dueños y los transcienden en el tiempo. 

Todo un ceremonial se va realizando sobre lo deseado, aparecen nuevos actores como la del puestero que observa a corta distancia al observador y se acerca a éste con mirada fija, no pisa suelo, levita, coge el objeto en sus manos y lo enseña con mayor perseverancia, parece que lo acaricia y lo gira la mayoría de las veces de forma extraña de izqda. a dcha. siempre en sentido contrario a las agujas del reloj, verbaliza las cualidades pero nunca dirá de donde proviene.

Y continúa y se pasa a la fase decisiva del precio que para una de las partes es un regalo y para la otra es una exageración, pero se oficializa con una quita entre el precio inicial y el ofrecido.

Ultimada la operación, el objeto se coloca y ya no solo cuenta el deseo del nuevo poseedor, sino que parece que esa cosa material recobra vida y esparce sus olores. Algo nuevo ha impregnado el ambiente que no es descriptible, pero se siente, se palpa y surgen preguntas: ¿ De dónde viene ? ¿ Quiénes eran sus poseedores, ? ¿ De buenos sentimientos o malos ? ……. Y van pasando días sin llegar a conclusión alguna, pero el objeto va ganando poder y acogiéndose al lugar y en el transcurso del tiempo ya no distinguirás, si eres tú el que has cambiado el sentido del olfato o el objeto ha extendido el suyo.

Andrés Bolaños Jiménez