Juan Pérez y Lolita Medina, un matrimonio centenario

Decir Juan Pérez y Lolita Medina en las medianías de Sta. M.ª de Guía, Moya o Gáldar es sinónimo de hablar de humanidad, servicio y caridad. El matrimonio, que hoy estaría celebrando sus bodas de hueso, después de su unión matrimonial y a través de su comercio en Piedras de Molino, fueron para muchas de las familias de la zona: “los héroes de las medianías”.

Juan Basilio Pérez Molina y María Dolores Medina Castellano, recibieron ayer a título póstumo un emotivo homenaje popular, en el pueblo donde residieron desde que, el 30 de marzo de 1921 contrajeran matrimonio en la Iglesia Matriz de Santa María de Guía, del norte de Gran Canaria.

Él, natural del pago moyense del Barranco del Laurel, había nacido el 22 de diciembre de 1900, tres años después que su mujer, quien lo había hecho en la ciudad de Guía el 25 de marzo de 1897, y a quien todos conocerían cariñosamente como Lolita Medina.

Después de varios años en los que el matrimonio se dedicó a la agricultura y al comercio de mercancía entre los barrios de las medianías, sería, a raíz de que crearan en 1936 un negocio de venta de alimentos y grano, cuando se convertirían, en un pilar fundamental para la supervivencia de muchas familias que, durante décadas, subsistieron gracias a un alto sentido de la justicia y de la bondad de este matrimonio.

Las huellas que dejó en las islas el paso de la guerra civil, sumado a la maltrecha producción agrícola y ganadera y el duro racionamiento alimenticio instaurado por el Estado, provocaba que el hambre y la fatalidad se asentara definitivamente en la zona, lo que impedía que se pudieran alimentar las familias, casi siempre numerosas del lugar, las cuales vieron, en las figuras de Juan Pérez y Lolita Medina, un salvavidas en el agarrarse para poder dar continuidad y un futuro mejor a su descendencia.

Ya fuera para hacer de ambulancia con su camión, llevando a médicos y enfermos a Moya o Guía, bien financiando las compras que los vecinos necesitasen en otros comerciantes, o bien y principalmente, a través de la venta de alimentos por medio del “fiado”, el matrimonio, no escatimaba esfuerzos en ayudar a los que lo necesitasen, valiéndoles tan solo como mera garantía de pago la palabra dada, sabiendo como sabían, que muchos, no podrían pagarles la mercancía que se necesitaran llevar a Fontanales, a El Saucillo, a Fagajesto o a El Palmital. Su bondad, no entendía de otra cosa, más que de paliar el hambre y la necesidad.

Ahora y desde el pasado domingo, por iniciativa de los hijos del matrimonio formado por Manuel “Lucío” Santiago Rodríguez y Emilia González Almeida, quienes pueden dar constancia de su existencia gracias a la infinita ayuda recibida de Juan Pérez y Lolita Medina, luce en la pared del Molino de Gofio de Montaña Alta, un panel conmemorativo por el centenario de este enlace nupcial, con el que se pretende mantener en el recuerdo sus vidas y sus obras.

El acto, en presencia de una representación de ambas familias y de vecinos del lugar, mermados por las restricciones sanitarias que estrictamente se pudieron respetar, se basaron en una misa en honor al matrimonio difunto y en una breve pero emotiva locución, por parte de su principal organizador D. Antonio Moisés Santiago González y en el que se anunció a los presentes la continuidad del mismo, con el compromiso del investigador y escritor canario D. Carmelo Jesús Santiago Casañas, de la creación de una obra literaria, que intentará recoger cada una de esas hazañas que el matrimonio hizo por los demás y que se publicará previsiblemente, a finales de este presente año, por la Editorial Genealógica Canaria (EDIGECA).

Pocas serán las palabras con las que se pueda agradecer, que Juan Pérez y Lolita Molina, se convirtieran en un matrimonio para los demás.