“La lucha climática y la feminista, inseparables compañeras de viaje hacia otro mundo posible”.
El Movimiento Canario por la Emergencia Climática hace un llamamiento social a la participación en las movilizaciones del 8M con motivo del Día Internacional de la Mujer.
La actual crisis climática y ambiental tiene la misma raíz del problema que la desigualdad de género. El sistema capitalista y patriarcal que sólo ha valorado económica y socialmente la punta de un iceberg que flotaba en el mar, gracias a que la parte sumergida del mismo estaba sustentada por la explotación de las mujeres y la naturaleza, está agotado. El “Mal Desarrollo” sobre el que se sustenta, debe ser superado, pues el iceberg se derrite y su movimiento crea olas de cambio.
El actual modelo capitalista y patriarcal nos está llevando al límite, amenazando el equilibrio del planeta y haciendo peligrar la supervivencia de la propia especie humana.
El actual modelo capitalista, patriarcal, desarrollista, oprime a las mujeres y a la infancia, a la naturaleza y a los hombres conscientes. Pone en riesgo inminente, según la comunidad científica, el futuro de la biodiversidad tal y como la conocemos. El cambio de modelo y de legislación que reclamamos en las calles ante la emergencia climática, incluye acabar con la desigualdad de derechos y el injusto reparto de las riquezas.
La ONU ya lo viene advirtiendo desde hace décadas: “La cara más vulnerable de la crisis climática tiene rostro de mujer y éstas están sufriendo mucho más duramente las consecuencias”. Por aportar un dato, hace unos años la ONU reconocía, oficialmente, 26 Millones de desplazados climáticos, de los cuales 20M eran mujeres. En 2018, la ONU asume 16M de nuevos desplazamientos climáticos, y las cifras no hacen sino aumentar.
La represión y el terror se han convertido en habituales herramientas “disuasorias” frente a las demandas de cambio. Si 2015 batía record con 185 personas activistas asesinadas en todo el mundo (el 66% en latinoamérica), esos funestos datos ascienden vertiginosamente y 2018 se saldó con 321 personas defensoras de derechos humanos asesinadas, según los datos recopilados por la organización “Front Line Defenders”. Además de las amenazas de muerte y los asesinatos, las mujeres se enfrentan a amenazas sexuales por parte de actores estatales y no estatales e incluso dentro de sus propios movimientos. Sufren violaciones, abusos sexuales, y se hostiga a sus familias, con las consecuencias amedrentadoras que esto conlleva, resultando las comunidades indígenas las más afectadas. Por ellas, debemos alzar la voz, desde la posición de poder y seguridad que nos otorga no temer por nuestra vida.
Y por aportar una solución, si las mujeres de todo el mundo tuviesen acceso a la educación y no se vieran obligadas a casarse, se reduciría de forma significativa la población mundial, ya que se retrasaría su edad de reproducción; elegirían tener menos hijos o espaciar sus embarazos; elegirían desarrollarse profesionalmente; habría mejor calidad de vida y más riqueza compartida.
Desde el Movimiento Canario por la Emergencia Climática, tenemos claro que ésta es una de las primeras cosas que hay que revertir para adaptarnos al cambio climático. ¿Cómo?: “empoderando” a las mujeres y a las niñas. Y eso pasa por sacarlas de la pobreza, por garantizar una igualdad salarial y un sistema de pensiones justo y equitativo. Pasa por permitir la conciliación entre la vida familiar y laboral, por una educación infantil pública y gratuita, edificada sobre valores de igualdad, inclusión, justicia, sostenibilidad y respeto a los DDHH; pasa también por garantizar que en los puestos de poder para la toma de decisiones se incluyan mujeres feministas, que velen por hacer un cambio real del sistema y por hacerlas partícipes y protagonistas de la gestión de los recursos naturales, entre otras muchas medidas.
Queremos mostrar la presión social a la dirigencia política para que se lo tomen en serio y sean valientes, poniendo en jaque el actual modelo patriarcal capitalista. El presente y el futuro de las canarias y canarios es poco alentador de seguir como hasta ahora. Nos lo están advirtiendo los científicos que no tienen intereses económicos en las grandes empresas y que no tienen puertas giratorias para sus jubilaciones.
Las calles de todo el mundo están llenas de mujeres: indígenas del Amazonas, de Australia, de Indonesia, de Latinoamérica, de África, de Oriente, incluso mujeres del norte de Europa reclamando un cambio. Lo hemos visto en Madrid en la pasada Cumbre del Clima en diciembre de 2019. Y también lo vamos a ver en Canarias el próximo 8M. Por si no había suficientes motivos para salir a la calle el 8M éste es uno más, del que depende nuestro futuro y el estado del bienestar.
“No habrá victoria climática si no hay victoria feminista. ¡Toda la gente a la calle el 8M!”
“La justicia redistributiva es social, de género y ecológica. La necesidad de generar otro modelo económico va más allá del equilibrio de sexo y género. Hay que regenerar la economía, los sistemas de producción, para superar los terribles problemas que el actual modelo ha creado.”
Carmen Castro.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.175