Cansado de las bolsas de plástico y del papel film, que es el plástico con el que se envasa la mayoría de los productos alimenticios, Micky Mendoza (1972) decide utilizar bolsas de tela, similares a las clásicas talegas del pan, como lienzos pictóricos, reutilizarlas como un nuevo soporte, que le resulta inspirador para expresar lo que quiere. Sin filtro alguno, con su particular estilo, alejándose de la cotidianeidad y de lo socialmente correcto, se introduce, según sus propias palabras, en un espacio diferente donde no hay nada programado y en el que no todo está dicho.
Esta ballena que rompe una pantalla de papel film, que es muy contaminante, reivindica la libertad de la que carecen muchos animales que malviven en un mar lleno de plástico, y de otros que están prisioneros, encerrados en inmensas peceras, o en jaulas, para servir de espectáculo al ojo humano. El hecho de que esté pintada en una talega de tela puede generar contradicción si se introduce en ella cualquier producto envasado en papel film.
Hay una serie dedicada al pulpo. Con estética de cómic, ilustra un simpático cefalópodo que no se sabe claramente si está en el espacio sideral o en las profundidades marinas. Parece que se lo pasa bien enredándose con sus rejos; es excéntrico, original, y da la impresión de hallarse atado a algo de lo que trata de escapar.
Otra serie está dedicada a las calaveras, algunas emplumadas, otras con alas, ambas con rostros verdosos, y, según opina Antonio Juan Valencia, profesor de Historia del Arte, conecta más con la ilustración simbólica que con el cómic y transmite un vínculo con las raíces étnicas, con la naturaleza. Estética cómic y simbolismo se dan la mano. Son imágenes que, más que hacernos pensar, nos hacen sentir.
Según el mismo profesor, Micky Mendoza es un artista que no busca el realismo y que se sale de los cánones establecidos para crear una poética propia en el ámbito de la figuración. El acabado es muy bueno y deja ver el proceso artesanal, lo cual imprime más valor a la talega que, en general, sería una talega que lleva una persona a la que le gusta lo inusual, salirse de su espacio habitual y explorar sueños, flotar en la libertad, desenredarse.
En este reportaje pueden verse veinte obras más, aparte de las cuatro analizadas, todas pintadas en este novedoso soporte que es la talega.
Micky Mendoza, que cursó estudios en la Escuela de Arte y Oficio de Las Palmas, se sintió atraído por el mundo del arte desde la niñez. Mezclar lo artístico con lo social fue siempre su principal objetivo, tanto a través de la pintura como de la escultura o la arquitectura efímera (decoración, vestuarios…). Últimamente está interesado en el tatuaje. Así mismo ha entrado en contacto con otras disciplinas artísticas como el teatro, el circo, los pasacalles y la animación.
Ya es larga su trayectoria. No ha sido un camino de rosas el suyo porque, según dice, siempre ha sido precaria la implicación de las distintas administraciones en el mundo del arte. Por ello ha tenido que salir de su entorno e intentarlo en otros círculos (otras islas, Barcelona, Italia y Alemania). No obstante, a pesar de esa precariedad, él se considera afortunado por poder hacer lo que le gusta, por poder realizar sus sueños.
Si te interesa alguna de estas talegas puedes ponerte en contacto a través del siguiente correo electrónico: [email protected]
Más fotografías de las "talegas" en este enlace
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