Philodendrus erectus
-¡Vaya con el filodendro! Míralo, qué sugerente.
Me da que es hermafrodita, que tiene vagina y pene.
¿Ves la vaina? Es la vagina, que se abre con fruición
para dar paso a ese falo tan erguido. ¡Qué vigor!
¡Qué filodendro, mi niño. Está bien dotado, ¿no?
¡Madre del amor hermoso! “Pa” mí lo quisiera yo.
-¡Para, abuelo, por favor!, que es simplemente una planta.
Y deja ya de mirarla, que esa flor se te atraganta.
No me pude contener y solté una carcajada.
Nieto y abuelo callaron al notar que yo escuchaba
la charla que mantenían. Pero luego continuaron
y, con mucha picardía, el abuelo me espetó:
-Dígame usté, caballero, ¿verdad que tengo razón?
Y yo contesté, entre risas: -Sin duda alguna, señor.
Foto: Waldo Oliva Flores
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.175