La Inspección de Trabajo ha requerido al Consorcio de Emergencias de Gran Canaria y al Cabildo de la isla que adopte una serie de medidas encaminadas a garantizar la seguridad de los bomberos. El órgano de inspección da así la razón a los trabajadores, que han interpuesto una veintena de denuncias.
La Inspección hace responsable al Cabildo de la situación en el Consorcio, pues esta entidad está tutelada por la corporación insular y es su presidente, Antonio Morales, el máximo responsable y quien debe velar y hacer cumplir las materias preventivas a las que están expuestos los bomberos.
Los trabajadores llevan tiempo denunciando ante los organismos competentes y la opinión pública la “absoluta dejadez” en materia preventiva, la cual se expresa, sobre todo, en la inseguridad por la falta de personal y por no poder contar con procedimientos de actuación que garanticen un mínimo de efectivos por turno y parque, así como la descontaminación de sus equipos de trabajo.
Ahora, la Inspección, en un requerimiento de catorce páginas, establece claramente los plazos de ejecución y sobre todo la obligatoriedad del Consorcio de asumir toda responsabilidad de descontaminación, reposición, traslado y mantenimiento de los equipos de trabajo textiles y EPIs en general.
Los propios delegados de personal señalan que “por fin se empieza hacer justicia”, puesto que el Consorcio ha intentado por todos los medios responsabilizar de todas estas materias a los bomberos y bomberas que componen el colectivo, y sobre todo, que las consecuencias de todo este incumplimiento por parte del Consorcio no ha hecho ver situaciones insólitas como la de un solo bombero atendiendo una emergencia, o que el parque de Telde no pudiera intervenir en el incendio de los 50 vehículos en Jinámar hace unos meses, por tener los equipos de trabajo sin descontaminar.
Los delegados sindicales afirman que la Inspección es categórica cuando establece que “el consorcio elaborará un protocolo de limpieza de ropa y descontaminación de equipos susceptible de venir contaminado tras una intervención (dicho protocolo especificará en cada caso el procedimiento a seguir según el tipo de intervenciones, en cada puesto). Se adecuará en cada parque, en su caso, un recinto o zona de limpieza y descontaminación (se tendrá en cuenta, en cualquier caso que será el consorcio el último responsable de la limpieza de ropa y equipos) e igualmente se incluirá un procedimiento de reparación de textiles. Sin perjuicio de lo anterior el consorcio deberá garantizar una adecuada reposición de equipos y textiles, cuando estos se encuentren contaminados. Plazo para el cumplimiento del presente requerimiento. 6 meses”.
El portavoz de los bomberos, José M. Monzón, informa que tanto el requerimiento, como las conclusiones del mismo, han sido trasladas al propio presidente del cabildo, Antonio Morales, para que inicie con carácter urgente todas las medidas que se deben adoptar en esta materia. Monzón espera que la primera sea establecer nuevamente las “dotaciones mínimas” por turno y parque, puesto que están obligados a dotar de recursos humanos los parques en cumplimiento a la LPRL y con ello, el establecimiento de procedimientos de actuación.
Ya se han iniciado las reuniones con el nuevo gerente para empezar a desbloquear todas las cuestiones referidas a los equipos de trabajo, tanto textiles como los propios EPIs –cascos, botas, trajes de intervención etc.- para que el Consorcio asuma todo lo relacionado con su descontaminación, traslado, reposición y mantenimiento, por lo que espera que en próximas fechas se empiecen a ejecutar los pasos para garantizar todas estas medidas en materia preventiva y de seguridad.
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