Microrrelatos: "Time goes by"

El tic tac del reloj de pared que tenía en el salón de mi angulosa casa medía el paso de la vida de los seres que merodeaban por ella. Acompasado con el ruido de la mecedora, el estruendo se hacía cada vez más grande y la sonoridad de las agujas se clavaban como flechas y yugos de colores añejos. El crujir de las láminas del piso resonaban al balanceo de los barcos piratas en plena tempestad. Inerte y con la mirada fija en el techo me mostraba como ausente ante semejante escandalera. Mi querida lámpara de araña ya no se movía como antes por todo el espacio del techo sideral. Tan solo me sacó de mi letargo invernal aquella tarde de enero, una gota de agua que cayó sobre mi párpado izquierdo producto de las goteras que nunca tuve tiempo de reparar. Fue el único motivo que me dio esperanza para volver a levantarme de aquella prisión balanceadora y ponerme manos a la obra.

Raudo y veloz como las escenas de acción, cogí papel y plumín, y empecé a escribir la carta que daría el giro a toda una vida. El comienzo fue muy difícil pero las ganas eran eternas. Le dediqué las palabras más bonitas que pude imaginar y las que no también. Finalmente, le dije cuánto la amaba.

Volví a sentarme en mi mecedora, no sin antes, correr las cortinas de par en par para que la luz entrara de nuevo y me encandilara como el juego de los espejos y el sol que los niños realizaban en tiempos antiguos. El polvo de mis muebles remozado y el olor a hierbahuerto y tomillo otra vez inundaba mi morada. Volví a fijar mi mirada en el techo y cerré los ojos. La sonrisa abordó mis labios y mis ojos volvieron a chisporrotear. El tic tac del reloj nunca paró, solamente el que se detuvo fui yo. Fue como una abrir y cerrar de ojos el tiempo gastado. Fue el único momento en el que dejé de pensar en vos. Lo confieso.

Fernando Tocino…………………….. (El tiempo se mide en segundos….)