¿A dónde vamos?

Encendido estaba el cielo.
De colores reventaba.
Y el ocaso la escuchó
responder lo que pensaba:

“Me considero optimista;
procuro ser positiva;
y espero seguir así
mientras me mantenga viva.

...Pero me parece a mí,
aunque expresarlo me cueste,
que está negro el porvenir,
que el mundo se ha vuelto agreste.

...Mejor no entrar en detalles.
Las noticias que escuchamos
en la tele o en la radio
nos dicen a dónde vamos”.

Ojalá que se equivoque,
dije para mis adentros.
Ojalá que sus palabras
se las lleve al vuelo el viento.

El futuro, en mi opinión,
en nuestras manos está;
y lo debemos cuidar
con alma y con corazón

para poderles dejar,
esa es mi gran ilusión,
a quienes vienen detrás
un mundo que sea mejor.