Obituario. "Pepe Cabrera Machín"

Entre el viernes y parte del sábado, la familia y vecinos de la ciudad de Gáldar, velamos y acompañamos los restos mortales de nuestro cuñado y tío, Pepe Cabrera Machín, todo un icono de las más relevantes virtudes, que adornaban a este gran personaje galdense, que supo con su forma de actuar ganarse el afecto y cariño de cuantos le conocimos. Siempre fue un gran valedor de los derechos que les asistían, a todos los que los orbitabamos durante muchos años a su alrededor.

Fue un trabajador nato, desde muy joven inició su vida laboral en la Farmacia de don Luís en la calle Larga, y allí permaneció hasta que se jubiló hace algunos años. Persona de toda confianza junto a su esposa —Lola Mary—, de los diferentes propietarios que tuvieron la citada institución, especialmente en los tiempo de don Juan Lastra, que los quería como a verdaderos familiares.

Pepe era una persona ejemplar, y en Gáldar todos sus vecinos sentían una gran admiración por la forma que tuvo siempre de comportarse. Fue un esposo, un padre y abuelo ejemplar. Jamás lo vi enfadado, y si por alguna circunstancia estaba molesto por algo, sabía ocultar con elocuente maestría, el motivo que le preocupaba.

Como persona bastante prudente y modesta, sabía capear las situaciones que le pudieran surgir con una “elegancia”, digna del gran encomio que siempre ostentó, producto de esa gran personalidad que le acreditaba. Era muy aficionado al fútbol y al baloncesto, y sus equipos predilectos eran el Real Madrid y el Herbalife Gran Canaria. Solíamos hablar de nuestras aficiones deportivas sin aspavientos ni discusiones acaloradas, cada uno aceptaba el rol que le correspondía, con total equidad. Él hablaba entusiasmado de su querido Madrid y yo le rebatía sin mala intención, lo que estimaba, lo que no me agradaba de este club.

Muchos galdenses son conscientes de la gran labor que junto a Lola Mary, su amada esposa, hicieron durante muchos años al frente de la farmacía Lastra, y una vez fallecido don Juan, siguieron bastantes años al frente de la misma.

Si es verdad que la palabra agradecimiento, tiene el significado etimológico que todos le damos, incluso la RAE, (Real Academia de la Lengua Española) creo que Pepe, merece ser recordado por todos, por ese sentimiento de bondad y cariño que sentía hacía los demás, a los cuales siempre ayudó. El amor que sentía por todos los suyos, esposa, hijos y nietos, así como por todos los miembros que conformábamos su familia, era inmenso. Tenemos que ser conscientes y recordarlo como lo que fue un hombre bueno, leal y con un corazón de oro. Jamás, yo y los míos nos abstendremos de recordarlo, y siempre lo tendremos presente en nuestras diarias oraciones.

Para terminar este obituario en “recuerdo” de Pepe, mi estimado cuñado y amigo, decirle con todo nuestro cariño, a Lola Mary, José Alberto, Carlos, esposas e hijos, que Pepe estará siempre entre nosotros, por eso solo le digo hasta luego. Así como también hacerles saber que aquí estamos todos juntos, siempre dispuestos a hacer por todos ellos lo que sea “menester”.

Un fuerte abrazo.